miércoles, 10 de junio de 2015

HORROR DE DIVAS

Lo dijo Joan Crawford durante toda su vida: “El público lo es todo para mí. Gente a la que debo lealtad.” Era bien conocido por todo el mundo que la Crawford, por increíble que pareciese, contestaba las cartas de sus admiradores y se paraba a firmar autógrafos sin un mal gesto.

Joan Crawford firmando fotos para sus fans en los años 30.

La Dietrich, contado de primera mano por su hija, en los últimos años de su vida también se dedicaba a contestar a los fans. Doy fe y prueba de ello.

Ya lo comenté en mi entrada sobre Rita Hayworth: a la gente que admiras en general hay que evitarlos en la medida de lo posible si no quieres llevarte una decepción.

Hace 30 años recibí mi mayor tesoro.

Antes me decepcionaba muy fácilmente, ahora evito el contacto. Esto es directamente proporcional al tiempo, afición y dinero que he invertido en el sujeto en cuestión. Solamente rompo esta regla en contadas ocasiones (muchas veces cuando estoy especialmente “achispado”) pero en general mantengo mis principios firmemente arraigados.

Para ser realistas, también el concepto fan ha degenerado mucho. Lo siento por el que al leer esto se pique, pero ya sabe… Ahora como repito constantemente, la gente no tiene ningún tipo de criterio. No tienes más que echar un vistazo a cualquier red social. No hay nadie que no suba una foto con el famoso de turno. ¿Pero les gusta realmente? ¿O es la ley del vale todo?

Quiero dejar claro que hay que distinguir entre famoso y artista.

La Dietrich toda una Diva.
Además la gente es muy mal educada. Piden fotos allá donde estén, lo mismo da en un tren, en un restaurante o incluso en el wc.

A mí (como sabéis) me apasionan muchas cosas y a lo largo de mi vida solo cuento con cuatro o cinco autógrafos y un par de fotos: la última con el líder de los Baby Horror compartida con María escolopendra Venenossa.

Es verdad que son pocos, pero son de gente que realmente me importa y puedo decir con orgullo que estas personas se mostraron cercanas y amables conmigo. En algunas ocasiones y cuando el momento es oportuno, me he acercado a saludarlos sin pedir nada a cambio.

En su día, el listón lo puse muy alto. Después de Dietrich nada podía ser lo mismo, ahora soy yo el que me permito hacer desplantes. Me lo permití con Francisco Umbral cuando se empeñaron en presentármelo en una fiesta y con alguna personalidad más a la que hablo pero dándole la misma importancia que, por ejemplo, a mi panadera.


¡¡Todos tenemos sueños!!
Me hace mucha gracia cuando me he encontrado con alguien conocido que se da cuenta de que sabes quién es y yo directamente le ignoro por completo.

Por eso con este grado de exigencia, evito en lo posible tentar a la suerte e intento dentro de mis posibilidades que mis amigos se lleven una decepción.

Podría contar algunas anécdotas al respecto. Los desplantes son moneda común tanto de las divas como de los don nadie.

Recuerdo una vez que fuimos al Expocomic y María Escolopendra quiso hacerse una foto con unos chavales disfrazados de soldados del imperio de Star Wars. Le recomendé que no se acercara, pero insistía en que todo el mundo se hacía fotos con ellos y que le hacía ilusión. ¿Resultado? En cuanto se acercó se dieron media vuelta y pasaron de ella. ¡¡Te lo dije!!

Con Ramon Nomar y Domina Zara.
En otra ocasión, esta vez acompañados por mi amiga Carmen Munsters, en una expo apareció Almodóvar. Este se hacía fotos con todo el mundo, ¡¡y vaya gente!!

Al final, Carmen superfandetodalavida se confabuló con Escolopendra y se dirigieron a él pese a mis protestas.
El resultado fue positivo gracias a la educación e insistencia de Escolopendra.

Yo me aparté, pero como la foto era panorámica, al final salgo en una esquina con cara de pocos amigos. Estaba preparado con el machete para cantarle las cuarenta por si se negaba a hacérsela. ¡¡Tendríais que ver la foto que sacaron!!

Luego te encuentras personas que son superamables y que te dan lecciones de humildad. En otra ocasión, esta vez por motivos laborales, accedimos al Exposex2007. Allí entablamos contactos con algunas pornostars y nos topamos cara a cara con Domina Zara, una dominatrix a la que habíamos visto en un documental. Nos acercamos a ella y después de hablar un rato nos suelta: “todo es cuestión de naturalidad y respeto”. Toma ya!!

Back To Frank.
Hablando de gente amable, no puedo dejar de mencionar los “minutos de gloria” que recibí de manos del grupo “Back To Frank”. A mitad del concierto, sin esperarlo, la voz de la banda, Nuria García Mateo, me dedicó unas palabras y una canción. Era su forma de agradecerme el diseño del cartel del concierto. Al terminar, me pidieron que subiera al escenario para compartir su momento. He de decir que todos y cada uno de los componentes del grupo mostraron un trato exquisito.

Llegados a este punto, comento que este fin de semana salimos de Crystal Lake para acudir a un par de eventos. Demasiados para mi gusto para un fin de semana, pero esa es otra historia…

Cartel para los Back To Frank.

El primero de ellos era el concierto de Killer Barbies y los Baby Horror. En principio yo me había negado a asistir. La razón es que a los primeros los estoy cogiendo manía… Bueno, no al grupo en sí, más bien a la cantante. Lo curioso del caso es que en el 2010 le dediqué una entrada en el blog poniéndola por las nubes…

Todo en mi poder.
Al final claudiqué, principalmente por los Baby Horror y porque siempre termina convenciéndome María Escolopendra, que insiste en que relativice las cosas.

Vade retro Satana.
Una vez que llegamos a la sala, Escolopendra, Carmen y yo decidimos el plan a seguir para asegurarnos buen lugar, pero mis ojos detectaron  el puesto de merchandising. Ya sabía donde debía ir en cuanto viera la ocasión. Gracias a los espejos también, como ya esperábamos, apareció el “maridisimo” seguido de la “señorisima”. Esto, por supuesto no me quitó las ganas de disfrutar ni por supuesto el sueño.

Aunque la sala no tiene muy buena acústica, como dijo María Escolopendra, Baby Horror estuvieron fenomenales, dándolo todo y lo más importante disfrutando con lo que hacen, cosa que trasmiten al público, que estaba entregado. Yo por cierto, había “prometido” llevar la camiseta del grupo, incumpliendo una de mis normas. En parte lo iba a hacer para reafirmar que, pese a que los cabezas de cartel eran los Killer, yo dejaba claro que no venía por ellos. Al final opté por no hacerlo. Si voy a un concierto ya se sabe a lo que voy, no necesito demostrárselo a nadie.

Mis principios en lucha....
Una vez que terminó la actuación de los Horror, me preparé en plan araña de la tapadera y salté sobre ellos en cuanto se me presentó la ocasión.

Desde nuestro punto de vista, la naturalidad y cercanía de los integrantes contrastaba con la artificiosidad y la bordería de la voz de los Killer Barbies.


A nosotros no nos pareció adecuado que en mitad del concierto la vocalista dijese: “Esto no se acaba nunca”. Hombre, sabes a lo que venias, tú decides… Total, lleváis años editando las mismas canciones. Lo digo con conocimiento, que tengo todos los discos.

Aunque parezca mentira, tanto el grupo como la vocalista en solitario, me gustan. Soy aficionado a criticarlo todo, me guste o no, o como dice Escolopendra: “Tú lo que eres es una mosca cojonera”.

Mal Gusto... Sin comentarios...

Cuando llegaron al final, después de que, “escuchásemos la misma canción” una y otra vez, llego el turno de los bises. Si con los Horror se escuchaba: “otra, otra”, a nosotros nos pareció que el público no le echó el mismo entusiasmo, lo que nos confirmó cuando la cantante soltó la siguiente perla: “No lo habéis pedido lo suficiente”.

Vamos, seamos realistas. No hay grupo que no lleve preparado sus bises. Tampoco hay que darle mayor importancia. Y como no hay dos sin tres remató la faena con esta lindeza: “¿Tocamos otra?” a lo que el público respondió “siiiii”… Y ella dice: “No os lo pregunto a vosotros, si no a ellos (el grupo)”. En fin…

Los Baby Horror en Gruta77 (2008).
Cuando un grupo es auténtico, la mayor parte de su público también los es. Cuando eres amiga de, o sales en el reality de, pues imagina el tipo de público que te puedes encontrar, que no sabemos si están más pendientes de la actuación o de tus amigos famosetes…

De públicos también podría hablar largo y tendido. Conozco a gente que va a ver a grupos de los que no conocen ni el estilo, ni una sola canción y hablo de grupos con solera. Solo porque se lleva... Y no hay que ver más que al público de los últimos conciertos de Fangoria (por poner un ejemplo) y compararlo con el público del concierto que ofreció Billy Idol en el 2012…

Isabella nos sorprende no solo por su espectáculo...
Como esta entrada va de horrores y divas no quiero acabar sin mencionar el último evento al que asistimos.

En esta ocasión para ir a ver al teatro a Isabella Rossellini, además de mis habituales: Escolopendra y Carmen, también se unió Bamba Negra y otra amiga. Si, queridos yo en mi insignificancia también tengo una pequeña troupe.

¡¡Todo me importa un pene!!
Con el entusiasmo por el éxito cosechado el día anterior, al poder acercarme a los Horror, estaba crecido y, alentado por mis incondicionales, me acerqué al teatro con el libro que había publicado (tiempo, tiempo atrás) la Rossellini, con la esperanza de que al terminar el espectáculo me lo firmase.

El espectáculo era estupendo y nos gustó. Lo que no nos gustó es que sonase un móvil en mitad de la función y al mirar hacia el lado donde brillaba la luz delatora, fuese el de Natalia Verbeke. Que le suene el móvil a un cazurro no tiene nombre, pero que sea a una actriz que tendría que estar más concienciada denota muy poco respeto por el trabajo de los demás.

Al finalizar nos plantamos en la salida los cinco. Realmente yo no tenía muchas esperanzas, pero nunca se sabe. Le daba de margen media hora, si no salía no iba a esperar. Comentábamos que se la ve sencilla y agradable pero ¡¡oh error!! Bamba Negra se acercó a la recepción y le comunicaron que: “La Rossellini sale posiblemente desde el parking y si lo hace a pie, no se para nunca, lo que quieras que te firme lo dejas allí, se lo suben a camerino y te lo dan al día siguiente”.

¡¡A la salud de las divas!!
Podría hablar largo y tendido de esta mujer pero lo resumo de esta forma: quiere ser reconocida por ella misma pero en su espectáculo no prescinde de proyectar imágenes de sus padres Ingrid Bergman y Roberto Rossellini…

Para evitar  decepciones es mejor mantener las distancias, porque yo en un arrebato soy muy capaz de tirar libros, discos, películas, todo lo que tenga a la basura y me da pereza pensar que he malgastado mi tiempo y mi dinero inútilmente.


Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!
Todas las fotos del autor.

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