viernes, 14 de diciembre de 2012

CRUZANDO EL RIO


Hay días en los que verdaderamente me apetecería irme a Tanzania en la estación lluviosa y cruzar el río Mara, alcanzando las fértiles praderas del otro lado.

Me tiro o no me tiro...

 Viviría la experiencia de las migraciones anuales. No hablo de irme en un cómodo tour con safaris y rutas programadas, nada más alejado de la realidad. Quiero vivirla de primera mano junto a los Ñus, Cebras y Gacelas. Además pasaría los meses de junio a octubre de buen humor, olvidándome de los pasados calores de Madrid.
 
Connochaetes taurinus
 
El Mara sería testigo del gustillo que sería para mí emprender este peculiar viaje en compañía de los ungulados citados. Junto con los desgarbados y desgreñados Ñus cruzaría el Mara, famoso por estar atestado de cocodrilos.
 
Esperando el turno
 
Rompiendo una lanza en favor de los cocodrilos comentar que estos reptiles, pueden esperar meses sin comer hasta darse este banquete anual.

 

El empeño es bastante arriesgado, me dirán muchos, pero para mi estado mental es mucho mejor que vérselas día a día con los modales, educación y falta de respeto del resto de homínidos que pueblan mis alrededores, como en las grandes superficies, el metro o simplemente, la calle o el parque por donde paseo diariamente con mi perro.
 
¡¡Tenemos tanto que aprender de los animales!!
 
A veces se nos olvida que ante todo somos mamíferos, que no somos el centro del orbe ni los seres más evolucionados de la creación. Si bien en lo único que sobresalimos es en ser los más dañinos.

El tapir malayo o asiático con su bebé 
 
Como estar clasificado dentro de la familia de primates homínidos no me hace mucha gracia, ahora me clasifico a mí mismo como mamífero a secas. Grupo este que se constituye de seres vivos muy diversos.
 
Con una clase tan amplia como la mammalia, estoy en mi derecho de tener más empatía con un artiodactyla, un rodentia, por poner solo un par de ejemplos, antes que sentirla por un primate (homínido). Hoy mismo se ha caído un hombre en el parque mientras paseaba y he estado más pendiente de Frankie que del hecho en sí.

¡¡He pasado de largo!!
 
¡¡¡Hoy tengo foca para merendar!!!
 
Aclarar que el resto de primates son de mi agrado con la sola excepción del chimpancé, sobre todo por esa obsesión a humanizarlos en exceso que tanta grima me da.
 
Retomo mí peregrinación al Río Mara. En plena migración de los Ñus me doy cuenta una vez más, como estos antílopes sociales se reúnen en grupos familiares y se asocian con otras especies para jugarse la vida en busca de nuevos pastos.
 
Todo el mundo que ha visto en los documentales de televisión este evento anual, se horroriza y exclama lo cruel que puede llegar a ser la naturaleza, no solamente en este caso si no en general.

Un búfalo con muy mal carácter
 
Leones cazando búfalos, hienas dando caza y devorando prácticamente vivas a sus presas, orcas lanzándose sobre desprevenidos cachorros de leones marinos, los mismos cocodrilos acechando bajo el agua a los indefensos herbívoros que cruzan el río.
Infinidad de situaciones y casos similares conforman el día a día de la naturaleza.
 
Me parece ver una linda hiena...
 
Me resulta muy vulgar definir la interacción de todos estos animales en su medio como cruel. Más bien diría que la Naturaleza más que cruel es simple y llanamente SINCERA. Cuando una cebra ve llegar al león ya sabe lo que le espera. Es todo o nada, sin embalajes superficiales, diplomacia ni tantos formulismos como en nuestra vida cotidiana. Lo que tenga que suceder tendrá que suceder pero de cara.

Hernández y Fernández vs Jaws
Entre los animales no hay hipocresía, falsedad, reproches, envidia, algo habitual en nuestro “mundo”. Es verdad que les pierden las formas, pero en muchos casos hay solidaridad, unión y muchos otros valores y lo que es más importante, cada individuo por pequeño que sea (ya sea insecto, roedor, ave) conserva orgullosamente su dignidad.


(Ninguno de los animales fotografiados para esta entrada sufrió daño alguno)
 
Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!