lunes, 7 de septiembre de 2015

¿POR QUÉ LO LLAMAN AMIGO CUANDO QUIEREN DECIR GARRAPATA?

Llega un momento en la vida que debes decidir entre uno mismo y los demás. Desprenderse del lastre es indispensable para avanzar, aunque muchas veces a algunos les cueste tanto como escalar el Everest.

¡¡He vuelto!!

Siempre he dicho y no me avergüenzo, que para mí las personas son poco más que objetos. Intercambiables, utilizables y como muchos aparatos eléctricos, con una vida útil. Cuando ésta vida acaba, lo mejor es desprenderse de ellos o reciclarlos en el mejor de los casos.

Grace Jones reciclando amigos a su estilo.

Pensar en el que dirán o lo que la otra persona sienta no me interesa. Es verdad que por un corto período de tiempo, minutos quizás, se pasa mal, pero como he dicho al principio, desprenderse del lastre al final termina siendo una liberación.

Joan pidiendo sutilmente que la dejen tranquila.

Hasta aquí hemos llegado. Sigue tu camino y retírate a tiempo. Date con un canto en los dientes por haber compartido mi tiempo contigo y si tienes un poco de orgullo o dignidad deja de darme la brasa o tendré que ser menos sutil para que lo comprendas.

Yo prefiero no andarme con sutilezas...

Las decepciones están a la orden del día y ya no tengo ni edad ni paciencia para aguantar ni una más.

¡¡Cría cuervos que te sacaran los ojos!!

Como muy bien saben Escolopendra Venenossa y Bamba Negra, desde hace un tiempo a esta parte he estado más relajado que de costumbre. Tan relajado he estado, que incluso a mi querida Bamba Negra, le he resultado desconocido. Pero (siempre hay un pero), relajarse demasiado conlleva sus riesgos y siempre terminas llevándote un ¡zas en toda la boca¡ como diría Sheldon Cooper. Cuando menos te lo esperas,  gente tóxica (o mala como se ha dicho toda la vida), que suele estar años a tu lado en su forma latente, pasando desapercibida, termina (antes o después), apuñalándote por la espalda.

Lana desconfía hasta de su sombra... 

No sé si el calor, añadido a la ausencia de la Srta. Escolopendra (que siempre apacigua en parte el animal que llevo dentro), han reprogramado mi cabeza y la “bestia domesticada” ha decidido rebelarse.

He despertado y estoy muy loco...

Durante las semanas que Escolopendra ha estado en la India, he ido entrenando mi mal carácter en el parque cual Rocky Balboa, soltando veneno por aquí o por allá. Los receptores de mi mala leche adormecida, han sido principalmente (como no podía ser de otra manera) ciclistas, salva patrias, “amantes” de los animales, padres y madres amorosos y toca pelotas en general. Con este bagaje, estaba a punto de caramelo…

¡¡Mi ira no tiene límites!!

Llegado a este punto y sospechando lo que me esperaba, me pongo a pensar en el significado de la lealtad y la amistad.

Como muy pocos saben sin una verdadera amistad no puede existir la lealtad, pero: ¿Qué es la amistad? Tirando de internet: “Relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia.”

King Kong pasando la tarde con uno de sus amigos.

¡¡Amigos, que bonita palabra!! ¿Cómo los cuantificas? En Crystal Lake no cuentan: los que aparecen en redes sociales, los que te llaman cada dos por tres dándote el coñazo, los que reaparecen de la noche a la mañana, etc…

Estos últimos son habitualmente de dos tipos: los que se acuerdan de ti para pedirte cualquier cosa o los del pasado más remoto. Personas que tenías olvidadas o a las que habías puesto en su sitio hace mucho tiempo (estos se obstinan en recuperar el tiempo perdido).

La Stone haciendo recuento de todo lo que le ha sacado a algún pardillo.

Bamba Negra siempre insiste en preguntarme cómo a nosotros en Crystal Lake, terminan (tarde o temprano) metiéndonos un gol. Bueno, pues es que somos muy confiados y creemos (más Escolopendra que yo), en las segundas oportunidades y nos olvidamos del instinto…

Nunca he tenido buen ojo para elegir el mejor Pokemon.

El instinto es algo parecido a tener un buen Pokemon guardado en la Pokeball. Si no haces uso de él, lo más posible es que pierdas todos los combates… Este o aquel no son malos, tiene buen fondo… ¿Cuántas veces lo hemos oído? Hay que hacer un curso intensivo de espeleología avanzada para encontrarlo…

Hay veces que no te queda otra que jugártela...

Gracias al “buen fondo”, muchos y muchas cargamos con garrapatas humanas de por vida: amigos, compañeros de trabajo, familiares, etc… Y usar el collar Scalibor de nuestro perro no es la solución. Estas garrapatas son difíciles de erradicar.

Weissmuller totalmente atrapado por una garrapata.

“Me da pena la conozco de años” “No la aguanto ¿pero qué puedo hacer?”  “Se ha portado muy bien últimamente” Lo primero que hay que hacer es mandarlos a la mierda. Empezamos de forma sutil, aunque esto es difícil porque las garrapatas tienen una paciencia infinita y ya, si no funciona (lo normal es que no), usar todo nuestro arsenal. Muchos tendrán reparos, pero como dije al principio, hay que pensar: primero estoy yo, así que, si alguien tiene que pasarlo mal que sea él o ella.

Las garrapatas tienen múltiples caras.

Eso si, como no aguanto a los quejicas, dejar claro  que una vez has dado carpetazo, no estés todo el puñetero día dándole vueltas al asunto. Si terminó, se terminó…

Ya de paso, decir que no aguanto a los falsos. Esos que en persona o en las redes sociales hacen saber a todos lo buenos que son aunque la realidad sea todo lo contrario.

No te fíes de alguien que sea extremadamente amable contigo...

La amabilidad y el buen carácter de la garrapata no te hacen sospechar nada hasta que es demasiado tarde, aunque se aprovechen de ti. Una característica notable en algunas especies es que son mortalmente cansinas o que tiene un buen comer. Luego algunas mutan en mantis religiosas, esas que a las primeras de cambio y en cuanto te das la vuelta, lanzan sus patas delanteras provistas de espinas para aferrase a ti y sacarte los jugos.

Eso sí, ambas formas pueden volver del pasado, entrando en tu vida de nuevo, sobre todo si te pillan con la guardia baja y nostálgico ¡¡ojo!!

Importante: No contestes al teléfono. No abras la puerta.

Puedes deshacerte de una garrapata con paciencia pese a su insistencia, el problema es cuando vuelve mutada en mantis, pero vamos, en cuanto te tocan las narices y se lo haces ver, rápidamente se les cae la careta. Como suelen ser bastante falsas es una lucha desigual entre la razón y la falsedad. No son ni enemigos dignos de compasión.

Maud Adams a punto de desenmascarar a sus "amigos".

Nosotros estas últimas semanas hemos convivido con una garrapata por muchos años que al final mutó en mantis religiosa. Yo que ni me considero hipócrita o falso en parte la admiro, ¡¡Que paciencia!! ¡¡Que disimulo!! ¡¡De Oscar, vamos!! Yo verdaderamente no podría…

Definitivamente prefiero tener por amigo una cabra.

Las puertas de Crystal Lake siempre están abiertas. Pero, ¡ay de aquel que tarde o temprano nos ofenda¡. Aquí rige la ley del Sr. Voorhees y la ley de Kali de Escolopendra Venenossa. El perdón no existe y las segundas oportunidades son difíciles de conseguir. En contadas ocasiones tienen éxito, pero cuando una manzana está podrida, seguirá pudriéndose hasta el final.

Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!

Todas las fotos forman parte de mí colección.

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