martes, 15 de marzo de 2011

WINNIE THE POOH Y LA MAHONESA

Me hace gracia que mucha gente recuerde perfectamente lo que quería hacer en un futuro a los 3 o 4 años. Algo común por poner un ejemplo, entre los actores españoles actuales (y no tanto) cuando lees el Fotogramas y comentan que de muy pequeños querían ser actores.
¡¡Vamos que si se descuidan desde que eran unos fetos!!

Siempre he sido inquieto y a esa edad, solo me preocupaba trastear, jugar y a decir verdad casi ni recuerdo nada, más bien flashbacks.
Recuerdo eso sí, unas navidades que me trajeron un Geyperman con helicóptero al que apretabas un botoncito y se movían las aspas. Yá, si querías que volase dependía de las ganas que tuvieses de moverte por la casa. Y también recuerdo a Winnie the Pooh.

A Winnie sobre todo le recuerdo, porque desde muy temprana edad he sido muy disciplinado y cuando mi madre me llevaba a la peluquería siempre que me dejaba solo allí (he de decir que en contadas ocasiones) me compraba un cuento, entre ellos uno de Pooh. Recuerdo también uno de Disney que me flipaba de Robin Hood que era tan grande como yo, el cual se ha perdido (con todos mis respetos) en los sucesivos tsunamis que han acontecido en mis dominios infantiles.
Poco conservo de entonces, pero el cuentecito de Pooh es de las pocas cosas que me quedan de mi etapa infantil.

Mis personajes favoritos a parte de Winnie, eran el cerdito Piglet, Tigre (mi madre me hizo un marca páginas con él), el burrito Eeyore. No soportaba muy bien al cangurito Roo ni al niño Christopher Robin (no sé muy bien si sentía envidia o me resultaba demasiado repipi cuando escuché su voz por primera vez). Por otro lado me daba mucha rabia que nuestro protagonista desbaratase la superordenada casa de Rabbit. Para mis cosas soy muy mío y le entendía perfectamente.


Por cierto he ido a coger el mencionado cuento para escanear algunas imágenes y poder ilustrar esta entrada y como el cuarto está hecho una leonera, he tenido un momento de pánico ya que, entre tanto libro, papelotes, comics, muñecos, mis ratis y demás no lo encontraba por ninguna parte… Busco en mi sección de arte, busco en si mi sección de comics, etc. Al final estaba junto a mis libros de la Dietrich. Imagino que lo coloqué allí porque ambos son muy Divas.
¡¡Dos días he tardado en dar con él desde que me decidí a escribir esto!!

De Winnie the Pooh, conservo mi afición a la mahonesa… ¡¡Si leéis bien!!



Aunque me considero una persona inteligente y es conocido por todos que Winnie tiene debilidad por la miel, a mi me dio por pensar que el osito se atracaba de mahonesa y eso que veía una y otra vez que los tarros estaban rodeados por abejas, que sabía claramente que las abejas producían miel y ya sin discusión, porque leía (lo hacía  a muy temprana edad) bien claro que comía miel. No penséis que era un bruto, pero como el cuento era mío, lo interpretaba como a mí me daba la gana. Misterios de la vida que relacionase ese alimento con el oso…
¡¡Imaginación al poder!!

Todavía cuando cae en mis manos, para sorpresa de Escolopendra Venenossa, que entre otras muchas cosas no comparte mi afición por el osito, al que considera menos que tonto (aunque sé de muy buena tinta que en la DS juega con él), sigo con lo mismo y eso que leo perfectamente y no tengo dificultad para entender el inglés de ese nivel.

Mi afición por ambos, Winnie y la mahonesa sigue a día de hoy. Mis padres hace unos años hasta me hicieron una colección de cuentos nivel parvulario (que no leí por cierto), me compré hace poco una película suya que me gustó bastante, tengo una baraja con la que no juego y algún muñequito. No muchos porque Escolopendra no me deja tener más y tampoco me veo llenando mi cuarto de Winnie, principalmente porque no hay espacio y con un malote ya hay de sobra. Como me gusta Toy Stoy, pienso (no siempre, no penséis que estoy mal de la cabeza) que si cobrase vida se haría dueño de la situación y pondría firmes a los Jason y Godzillas varios.


Por cierto, he de decir que Escolopendra no es un ogro y me deja a mi libre albedrio, pero si no fuera porque me pone freno hay veces que… ¡¡La verdad, vivir a mi lado aunque sea solo observándome desde su grieta es un tanto complicado!!

Bueno, la afición por la mahonesa ha decrecido, porque prefiero conservarme físicamente bien y no terminar grasoso perdido, aunque hubo épocas que todo lo que comía lo acompañaba de dicha salsa, me preparaba bocadillos de crema de cacahuetes y mahonesa e incluso devoraba tarros enteros como si fuese yogurt… Incluso una amiga me comentaba el color raro (por no decir amarillento) de cara que tenia, ella lo achacaba a que también era adicto a la mantequilla que comía a cantidades industriales.
A tiempo que paré, que si no a estas alturas sería un luchador de sumo… ¡¡No digo más!!


Con Winnie no he llegado a extremos tan enfermizos, aunque es verdad que sigue ocupando su espacio en mi mitomanía personal.
No descarto darme algún día un atracón de mahonesa a su salud viendo su peli.
¡¡Lo prometo!!

Salu2 desde Crystal Lake!!

7 comentarios:

  1. Leer tu entrada de Winnie ilustrada con las coloristas fotos del osezno a la vez que de fondo Jason me miraba desde Crystal Lake ha sido toda una experiencia. ¡Qué contraste!

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  2. Ya sabes Merlucete que soy muy de contrastes!! Mi Winnie está a una estanteria (junto a Tintín, los Barbapapás, La hormiga atómica)de mi colección de Srs. Voorhees

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  3. Querido sr Vorhees: ya sabe usted que me encanta reptar por este diario suyo y enterarme de lo que escribe, aunque últimamente esté bastante desaparecida para el mundo del ciberespacio. Aunque sé que nunca, bajo ningún concepto, hay que alimentar el ego de un serial killer, porque de ego ya van sobraditos, le tengo que decir que esta entrada ha llegado a mi corazón artrópodo. Usted sabe la debilidad que tengo por el niño que usted fué, porque veo las fotos en blanco y negro y de colores desvaídos que tienen en su casa y no puedo evitar sentir simpatía por ese niño de carita dulce y ojos esmeralda (jajajaja, estará usted ahora mismo rabiando, porque odia que le recuerden lo mono que era). Y leer su simpatía por ese osito, que como bien dice, me parece un poco border-line, y las memorias infantiles que guarda de él ha sido absolutamente enternecedor y también muy divertido. Lo de la mayonesa no tiene nombre... Siga usted así, aunque ya sabe que sus dosis de vitriolo en lo que suele escribir son muy bien recibidas. Siempre suya
    María Escolopendra.

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  4. ¿y nada sobre la Taylor? Me he metido aquí para ver tu homenaje a Elizabeth Taylor y me encuentro a Pooh... Soy la babyjane de la web ;)

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  5. Querid@ Bayjane: Una entrada a la Taylor estará al caer, pero para una estrella de tanto relumbrón es necesario meditar antes.
    Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!

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  6. Creo que no sabes quién soy... una pista: fui pupila del padre Abraham, igual que tu. ¿Ahora si?

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  7. Si creo que si aunque no esté seguro al 100%. Miré tu perfil pero como eres muy misteriosa me quedaron mis dudas.

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