sábado, 11 de enero de 2020

¡PERDÓNAME POR EXISTIR!


Víbora
1.f. Serpiente venenosa de mediano tamaño, ovovivípara, de cuerpo generalmente recorrido por una faja parda ondulada, cabeza triangular y aplastada, y con dos dientes huecos en la mandíbula superior por donde se vierte, cuando muerde, el veneno.
2.f. Persona con malas intenciones.

“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana.
Y del Universo no estoy seguro.”
Albert Einstein

Llevo unos días sin tomar mis Flores de Bach, así que ese buen carácter que desplegaba últimamente y tan extraño le parecía a mi querida Bamba Negra poco a poco se va diluyendo para sacar, según se mire, mi parte malvada o mi verdadera naturaleza.

¡¡Jason Voorhees ha vuelto!!

La verdad es que es dejar de tomarlas y mi IEV (Índice de explosividad volcánica) poco a poco va subiendo.
¡Vamos que voy calentito!

Todo es producto de la combinación de varios factores. De momento son suaves corrientes de lava que no llegan a explosiones extremadamente destructivas. Estoy entre los niveles 0 y 1. Hawaiana (efusiva no explosiva) y Estromboliana (ligera).

Además de no tomarme las Flores, desde hace unos días mis animales mensajeros no paran de aconsejarme que recupere mi voz. Sus consejos son muy acertados pero en ocasiones como esta, pueden incurrir en el error de abrir la Caja de Pandora. Pero si me lo dice la ballena, que es un animal bello y sabio, no se lo discuto.

¡No dejes que la mediocridad se apodere de ti!

“Todos los que parecen estúpidos, los son y,
además también lo son la mitad de los que no lo parecen.”
Francisco de Quevedo

El desencadenante se debe a que trabajo rodeado de seres unicelulares. Si añadimos a esto que me estoy leyendo un libro muy interesante titulado: “El Lobo. Tótem y tabú” (Tundra Ediciones, 2018) en el cual su autor nos cuenta como los seres humanos proyectan sus temores, fobias, ansiedades y demás en este animal, y por añadidura lo dañinos que somos, os imaginareis como estoy. En cuanto retomo el libro en el metro, me siento como un animal enjaulado. Empiezo a observar a la gente que me rodea e imagino unas vidas de mierda, que básicamente es no levantar el hocico del móvil, y me invade la impotencia de no poder saltar sobre la yugular de más de uno.

El libro despierta esa parte mía muy animal y salvaje, y lucho contra esa fantasía como Waldemar Daninsky (interpretado por Paul Naschy), luchaba por evitar convertirse en hombre lobo en La Noche de Walpurgis” (1971).

Hola le atiende... ¿Te gusta mi sonrisa telefónica?

Tampoco he de sufrir mucho porque en breve ya no tendré que aguantar a más amebas durante un tiempo. Por cierto, creo que soy demasiado generoso con esas personas definiéndolas como amebas. Después de todo, estos protozoos son bastante inofensivos. No hacen nada más que vivir sus vidas libres tanto en agua como en tierra sin hacer la vida imposible a los demás, a excepción de a otros organismos más pequeños.

“Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.”
Goethe

Me es imposible evitar etiquetar a ciertas personas como ciertos animales: víboras, mantis religiosas, etc… Pero no encuentro unos símiles más acertados. Sé que les falto al respeto (a los animales, por supuesto) por compararlos con semejantes seres.
¡Pido perdón a los animales!

¡Boa constrictor huyendo despavorida ante la presencia de una ameba comecerebros!

Todos mis “problemas” se los debo a mis padres que me enseñaron unos valores (ahora en desuso) que son una bendición a la par que una maldición: honestidad, lealtad, respeto… Lo único que se les puede reprochar es que no me enseñaron a ser diplomático. En eso soy como los rinocerontes o los búfalos, que se lanzan a la carga sin pensárselo dos veces.

No tener diplomacia no me quita el sueño, aunque entiendo que en ciertas ocasiones viene muy bien haber sido instruido con esa habilidad. La diplomacia es algo que Escolopendra Venenossa me indica que he de trabajar más cuando mi IEV alcanza el nivel 3, Vulcaniana (violenta) o el 4, Peleana (catastrófica), pero:
¡esto sucede cada 18 meses!

¡Zas, en toda la boca!

El caso es que, como he dicho, me encuentro en la fase Estromboliana, que tiene una frecuencia diaria. Es diaria porque por las mañanas estoy rodeado de gente básicamente mala. Estoy en un nido de víboras habitado por hipócritas, envidiosos, mantis religiosas y mariquitas malas. En otro tiempo incluso conocí a una: ¡Reina Alien!

“Es solo por su estupidez que algunos
pueden estar seguros de sí mismos.”
Frank Kafka

Gracias en parte a que estaba tomando las Flores de Bach los excusaba pensando que eran bipolares (aunque no empatizo con los problemas ajenos), pero enseguida saltó la alarma de la razón y me di cuenta que eran: ¡tóxicos! Son seres amargados con vidas menos que mediocres que son felices haciendo la vida imposible a los demás.

A Joan Crawford no hay perra que la ladre.

Quizás mi estado de buen rollismo debido a las flores, les ha incitado a hacerme la vida desagradable tanto a mí como a otros. A veces cuando no te queda más remedio que relacionarte con ellos y llegan con su falsa sonrisa (cuando los músculos de su rostro se lo permiten) por un momento te entra la duda de si te escupirán a la cara. ¡Casi prefiero que dirijan la mirada al infinito y me ignoren!

¡Qué a gusto me he quedado después de un trabajo bien hecho!

Igual son imaginaciones mías, pero la carta del ciervo me avisó de que tuviese los sentidos alerta y me aconsejaba que formara parte del grupo para pasar desapercibido.
¡He fallado en lo segundo!

“La estupidez humana es la única cosa
que nos da una idea del infinito.”
Ernest Renan

Como no comulgo con la hipocresía y la falsedad, por más que intento ocultar mis emociones mi cara me traiciona. Desde luego en otra vida no fui un cefalópodo como las sepias o los pulpos, maestros del camuflaje.

"Se dice en Hollywood que siempre se debe perdonar a tu enemigos,
porque nunca se sabe cuando tendrás que trabajar con ellos."

Lana Turner

Empezando por los “autómatas” que se encuentran en recepción, pasando por los apoyos y coordinadores, pienso que cuando llegan a sus hogares y se encuentren con sus seres queridos (¡OMG, espero que tengan!), comentaran el asco de día que han tenido y lo desagradables que son con ellos, pero no se dan cuenta que ellos mismos reciben lo que proyectan.

Me descubro traicionándome a mí mismo y siento lástima por ellos.

Venenosos Salu2 desde Crystal Lake!
Fotos escaneadas y editadas por el autor.
Fotos de Joan Crawford y Lana Turner colección del autor.

“Como el Lobo, la mayoría de las tribus fueron desposeídas de sus territorios y su caza tradicional. Indios y lobos, en un tiempo hermanos en la caza, se convirtieron en hermanos en el exilio”.
Almarcha, F.2018. El lobo. Tótem y tabú. Tundra Ediciones, Castellón.


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