domingo, 23 de marzo de 2014

POSEIDON

No me extraña lo más mínimo que el Homo Sapiens este cada vez peor, viendo lo embobado que está todo el mundo con los dichosos móviles. Además vamos retrocediendo. Cada vez son más grandes al igual que pasa con los auriculares…

Antes cuando cogías el metro, la masa se dedicaba en el trayecto a matar el tiempo leyendo, escuchando música, haciendo crucigramas… Ahora lo normal es que tanto solos como acompañados se dediquen a trastear con el móvil.

Seguramente le está mandando un WhatsApp a la chica de su izquierda.

Hace unos días iba en el metro tranquilamente leyendo, delante de mí sentada (yo iba de pie) estaba una chica dale que te dale con el móvil. Cuando llegó a su parada, sin soltar el teléfono, se levantó con cara de idiota como si le hubiesen puesto un petardo en el culo.

Prudentemente yo ya había previsto la situación y me aparté de su camino. Aun así, chocó conmigo y el móvil cayó al suelo. Lo recoge, se vuelve y me suelta: “Tienes que tener más cuidado.”

¿Perdón? La que tiene que estar a lo que estar eres tú, hija de la grandísima p… No dije nada que conste, pero lo pensé.

Eva haciéndole la cama a Margo Channing.

En fin, que este hecho insignificante, unido a los acontecimientos recientes sufridos por mi querida Escolopendra Venenossa y en menor grado por mi amiga Bamba Negra, sufriendo puñaladas por la espalda cual Margo Channing en “All About Eve” (1950), abrió la caja de Pandora de mi mala leche.

Al final pondré en un altar a Charlton Heston.
¡¡Quiero formar parte de la Asociación Nacional del Rifle!!

Charlton Heston lo mismo levantaba un Oscar como un rifle.

Todo esto me hace pensar en lo insolidarios que somos, aunque algunos intenten y se esfuercen en demostrar lo contrario. Para mí no es más que un paripé. Igual vas a un concierto, a una manifestación, a una asamblea, al Corte Inglés… Lo que toque ese día y sea lo más IN. En el fondo la mayoría solo piensa en sí misma.

Ann Blyth haciéndoselas pasar canutas a Joan Crawford (Alma en Suplicio, 1945)

A pequeña escala, ¿cuántas veces habremos oído la manida frase “me tienes para lo que necesites” o alguna parecida? Luego tomas la palabra al sujeto en cuestión y si te he visto no me acuerdo o ahora me viene mal…
¡¡Menos palabrería y más acción!!

El Alcaudón un pajarillo que no se anda por "las ramas"...

Estoy hasta los mismísimos de la gente que se presta a todo, luego no haga nada y mire para otro lado. Eso sí, hasta que les toca a ellos.

No hace falta ser un villano de Batman para tener dos caras.

Yo no engaño a nadie. Decir que NO a todo es mi “religión”. En cuanto me preguntan algo mi respuesta automática es siempre: NO.
¿Me puedes echar una mano? NO. Incluso no dejo que terminen la frase.

En principio no muevo un dedo por nada ni por nadie. Viendo lo visto últimamente… Si lo veo necesario puede, pero no lo aseguro.

¿Es un terremoto? No, es Godzilla haciendo de las suyas!!

Una vez he expuesto los principios que me mueven, no puedo dejar de irritarme nivel 9,9 Richter con los sucesos que como he dicho afectan a Escolopendra Venenossa y a Bamba Negra.

Escolopendra, viéndose liberada de un Poseidón a punto de naufragar, contempla como por culpa de una masa de borregos descerebrados y egoístas e instituciones de plastilina, verá como se hundirán sus esperanzas de salvación. ¡¡O todos o ninguno!!

El que no corre... Vuela!!

Como siempre, encuentro semejanzas con la ficción cinematográfica. Este caso en particular me recuerda la película: “La Aventura del Poseidón” (1972).

Como sabréis, tras el impacto de una ola el navío se vuelca y termina con la quilla hacía arriba. El protagonista (Gene Hackman) ve como una posibilidad de salvación trepar por un árbol de Navidad y encontrar una salida. Antes de llegar al desenlace fatal, estaban todos de fiesta y tan amigos. Solo unos pocos optan por seguir sus pasos mientras la mayoría decide permanecer allí con la esperanza de que las cosas cambien.
Como a mí no me va a pasar nada…

Dalila a punto de traicionar a Sansón.

Una vez que los pocos inteligentes abandonan el barco, empieza a entrar el agua a raudales. El resto (la masa borreguil) sufre incontrolables ataques de pánico cuando el barco empieza a hundirse, algo de lo que ya estaban más que avisados.

Llega lo inevitable y a la voz de “sálvese quien pueda”, empiezan a luchar encarnizadamente unos contra otros por alcanzar a los que abandonaron el barco unos minutos antes.

"El mal está en mí" le dijo Rita a Orson en "La Dama de Shanghai" (1948)

En fin, que los caracteres que asoman en esta película del género catastrofista se pueden extrapolar a los sujetos cotidianos que nos rodean. Las situaciones difíciles de la vida ponen a cada uno en su sitio.

"Siempre hay una más joven detrás de ti bajando las escaleras" (Gina Hershon en "Showgirls", 1995)

Los que se apuntan para todo lo bueno pero que cuando llega un momento de necesitarlos de verdad desaparecen sin dejar rastro; La conciliadora compañera de trabajo que termina convirtiéndose en una hidra venenosa; La pareja que te apoya en todo momento hasta que las cosas le salpican a ella; Los compañeros en el delito que a las primeras de cambio te traicionan; El vecino que mata el tiempo fastidiando a los demás; El sujeto que te imita para apropiarse de tu identidad; La amiga del alma que solo pide y pide y nunca da. Compañeros, amigos, conocidos, todos especímenes nada de fiar.

Un clásico que no debe faltar en ninguna de mis entradas...

En masa parece que todos son muy valientes pero luego a la hora de la verdad en pequeña escala ese valor se diluye como las palabras que se lleva el viento.

Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!


Todas las fotografías están sacadas de Internet

1 comentario:

  1. Muy bueno David. Me quedo con una verdad aplastante "Las situaciones difíciles de la vida ponen a cada uno en su sitio."

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