miércoles, 8 de febrero de 2012

A VECES ME GUSTARÍA SER UN GUSANO DE SEDA

Bombyx mori
A veces me gustaría ser un gusano de seda (Bombyx mori), llegar a crecer tanto como Mothra, la peculiar polilla gigante de la película “Godzilla vs Mothra”, y hacer un capullo gigante de seda donde se formará una crisálida que se transformará no en la popular mariposa que da nombre a esta entrada, si no en una especie de Fenix Oscura como la de la saga de X-Men que con su poder cósmico acabe con todo ser humano que habite cada rincón de este mundo y a ser posible de los satélites adjuntos.

Mothra dando lecciones de punto de cruz a Fenix Oscura
Como fuerza cósmica tendré el intelecto y el poder de seleccionar solo a los mencionados seres vivos y mantendré a salvo al resto de criaturas que habitan este planeta. Una vez cumplido el cometido y asegurado de que no queden restos de humanoides, para ser justo al igual que el personaje de la Marvel, me autodestruiré y formaré parte del cosmos.


En un principio tenía previsto continuar la entrada donde la dejé, en una especie de continuación humorística de las consecuencias de mi posado pero, entre que hoy tengo un dolor de espalda que no veas, que he tenido que coger el metro y el artículo que me ha dejado debajo de la puerta mi querida Escolopendra Venenossa, no he podido resistirme a que todos estos factores saquen toda su mala baba a la luz.


Aunque ya he dicho en más de una ocasión que no soy muy religioso, bien es verdad que el único pasaje de la Biblia que me ha interesado siempre ha sido el Génesis y principalmente lo tocante al Diluvio Universal, gran acontecimiento este con resultados nefastos.

El Diluvio por Gustave Doré
Si hay algo inteligente (va a ser que no) ahí fuera tendría que haber acabado con lo que empezó muy bien y terminó fatal o dicho de otro modo: acabar con Noé y su puñetera familia.

Si has llegado hasta aquí, con lo que supongo ya has visto la imagen del artículo que da pie a esta entrada, entenderás el porqué de mi rebote Interestelar.


Estoy hasta los mismísimos de que todavía sigamos centrándonos en nosotros mismos como el centro del la creación (por seguir el hilo bíblicamente), cuando la realidad es que como especie somos: feos y desagradables, poco o nada inteligentes, nos creemos algo, principalmente que nuestras vidas conducen a algo, cuando la realidad es que nos conduce a la nada más infinita. Algo en lo que deberíamos pensar más a menudo y dejarnos de tantas tonterías.


Los únicos inmortales que conozco son los Héroes y Dioses de “Furia de Titanes” y encima es una película de ficción o sea que olvidémonos de paraísos fuera del globo terráqueo y anexos. 


Cada día en las noticias se comenta lo que estamos haciendo (unos) con el planeta. Que es irremediable (rollos similares) y lo más pedante cuando nos dicen que es lo que vamos a dejar a nuestros hijos (los de ellos, porque mis genes a modo de Replicante morirán conmigo), cuando la realidad según lo veo, es que sería más fácil no traer tantos descerebrados al mundo y cuando se acabe la humanidad, se acabó (poner la voz de María Jiménez).


Deberíamos aprender de otras especies más sabias que regulan los nacimientos e incluso como en el caso de los Suricatos, donde solo una pareja de la familia engendra una camada, o como las tan denostadas Ratas de alcantarilla que practican la eugenesia, eliminando a cualquier ejemplar perjudicial para el grupo y no hablo de ejemplares enfermos, viejos o débiles.


El artículo en cuestión no es que me ponga los pelos de punta, es algo que se ve venir desde hace años y como muy bien sabe Escolopendra Venenossa es un tema que me preocupa.

¡¡Me duele la boca de tanto decirlo, como diría Martirio!!


Uno de los titulares es explicito en sí mismo: “La sobreexplotación de los océanos y el aumento de la población mundial están acabando con los recursos pesqueros”.

Ante la hambruna mundial, esto da pié y cierta permisividad a que las poblaciones más pobres (y no tanto) masacren todo tipo de mamíferos marinos, entre los que destaca el tan simpático (para todos aquellos bobos que acuden a los acuarios) Delfín.




Desde 1990 al menos 114 países consumen este tipo de especies, incluida España queridos amigos. No voy a enumerar los países en su totalidad pero estos culpan de la merma del mar a los grandes depredadores. A parte de los mamíferos (Ballenas, Delfines y similares, Focas e incluso del pacífico Manatí), también a los tiburones, unos animales con un lento índice de nacimientos y como nos descuidemos también acusarán a las aves marinas.


Según el artículo a este ritmo solo se comerán Medusas, los únicos habitantes que quedarán en el mar.
¡¡Lo siento mucho, pero a mí los pescadores y derivados no me dan ninguna pena!!

¿No será que somos unos depredadores insaciables y egoístas?

En otro orden de cosas, el otro día viendo un documental sobre grandes herbívoros lo pude constatar cuando al mencionar al Búfalo comentaron que estuvo a punto de desaparecer de África como muchas otras especies. Caso similar en América con el Bisonte.

¡¡Cuando se acaben a otra cosa!!
 
Comentan también que en algunos países y no solo los habituales en lo que respecta a la hambruna, han empezado a depredar sobre elefantes, hipopótamos, serpientes, cocodrilos, por poner un ejemplo e imagino que sobre muchos otros más que desconocemos.
 

Achacan también la culpa de la hambruna generalizada (según el artículo, tampoco se va a permitir que se muera la gente de hambre) a las guerras. Estás (ambas) flacos beneficios dan a la humanidad…

Me explico: si no tenemos depredadores naturales, las fuerzas de la naturaleza no dan abasto y el único recurso de extinción masiva es este, pues no sé dónde está la pérdida cuando cada día que pasa somos más.



Hoy en el metro me he encontrado a peticiconarios de no sé cual ONG pidiendo firmas para luchar contra el hambre. Que den gracias a quién quieran de que el artículo lo leí a la vuelta...

También alarman a la población con los resultados negativos que implican comer estos animales, grandes depredadores del océano, pues su cuerpo acumula gran cantidad de mercurio y sustancias similares dañinas para el ser humano, a mi plin…


Imagino muchas veces que si a nosotros, del mismo modo que acechamos a las hormigas de nuestros hogares con cualquier tipo de spray nos hicieran lo mismo, otro gallo nos cantaría. Poneos por un momento en el lugar del grupo de hormigas afanadas en sus quehaceres diarios sin hacer el mal (relativamente) y que de pronto sin comerlo ni beberlo son rociadas hasta la eliminación “total”. Lo más triste es que ni se lo esperan ni saben el porqué…


He de confesar que lo he hecho infinidad de veces con ellas y con las avispas y no por ello me siento mejor. Me gustaría ser un descerebrado como los que me rodean a diario y no pensar en ello. Así me veo en una lucha cíclica constante con estos diminutos seres. Al principio me quedo tan pancho y después tengo cargo de conciencia.

¡¡Qué se lo pregunten a Escolopendra y los días que pasé después de mi encuentro con un nido de ratas!!

El gran visionario Rutger Hauer que nos deleitó con su improvisado monólogo

El único consuelo que le queda a una mente como la mía es saber que todo tiene su final y no podemos hacer nada por evitarlo y como un Roy Batty del Siglo XXI desaparecer pero sin la suerte de pronunciar su famoso monologo:

“He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.

La noticia que da pié a esta entrada se publicó en el periódico EL MUNDO el día 6 de febrero y parte de las imágenes son de un comic de los años 80 titulado: ANIMALES… Atención!!!
 
Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!

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