jueves, 16 de junio de 2011

DESAGÜES Y BAÑERAS

Como bien dice el Diccionario de la Lengua Española la definición de “Desagüe” es: Acción y efecto de desaguar o desaguarse.
Pensaréis a qué viene que me ponga en plan académico pero el asunto trae miga y me faltó tiempo para buscar la definición exacta de la mencionada palabra.

Intro...
Inmerso (nunca mejor dicho) estaba en uno de esos días en los que acompaño a Kike en la peluquería canina, sintiéndome más parecido a un vulgar aparato de radio con unas pilas alcalinas de las que duran y duran que como un Eduardo Manostijeras perruno, cuando pasó lo que tenía que pasar…

Me parece que hoy te quedas sin bañar
Observaba con los ojillos bien abiertos como se las apañaba para bañar a un Golden Retriever mientras la bañera no hacía más que llenarse y llenarse de agua sucia y jabonosa hasta que nos dimos cuenta de que no desaguaba como Dios manda o el fabricante de la misma recomendaba.
La tarde transcurrió entre perro y perro con prácticas de fontanería que a mí en particular ni me interesaban lo más mínimo aunque ponía todo mi empeño en aprender.

¡¡Tirando de la "manta"!!
Entre idas y venidas vaciando cubos de agua negruzca y espumosa, mi cabeza empezó a darle vueltas al tema del porqué ese sanitario no tragaba. Supuestamente sería pelo o incluso arena de gatos, pero como tengo una cabeza calenturienta debido principalmente a este calor, me dio que pensar que sería algo más misterioso.

¡¡Próxima parada desagüe!!
Siempre que observo un desagüe viene a mi memoria la gran película de Alfred Hitchcock  “Psicosis” (1960) y de seguido me invade ese temor que a todos nos entra a la hora de tomar una ducha.
¿Aparecerá la madre? ¿Se me cae el pelo? ¿Llego a verme los pies? 

Hoy quiero confesar que...
Al Sr. Voorhees hay dos temores fundamentales a los que se enfrenta regularmente. Uno es la mencionada ducha y otro son los aseos públicos, como por ejemplo el de los cines Acteon. Del primero ya sabéis el porqué y el segundo se debe a la escenita de la mítica “Único Testigo” (1985) con ese Lukas Haas testigo de los asesinatos oculto tras la puerta del wc.

Como el tema va de desagües o más bien de bañeras y duchas, he recordado algunos momentos relacionados con esos elementos tan necesarios para gente tan limpia como yo y me han dado fundadas razones para pensar que no solo de pelos vive una tubería…

Empezando por los clásicos, me he acordado de la mítica escena de Claudette Colbert en “El Signo de la Cruz” de 1932 dirigida por Cecil B. DeMille y esa Poppea bañándose en leche de burra.
Pienso que la grasa de la leche no es muy recomendable para el buen funcionamiento de las cañerías. Si añadimos guarrerias varias a la grasa de la misma imaginaos el batiburrillo que se forma.

La Pope precusora del jabón Dove
El peligro a veces lo buscamos nosotros mismos... Volved a ver “Espartaco” (1960) y al pobre Tony Curtis sintiéndose en la obligación de enjabonarle la espalda y lo que no a Laurence Olivier.

Bañas o enriqueces...
¡¡Las bañeras y duchas dan mucho juego!!
La desaparecida Anna Nicole Smith lo sabe muy bien. Reina del cine más cutre no hay película suya que por norma no tenga más de una escena de la finada dándose un bañito sin venir a cuento. Intentad ver una peli suya si podéis y a los pocos minutos la veréis metiéndose en el baño.

¿Más limpia en la ficción que en la realidad?
Otro que también lo sabe es Almodovar. Que se lo pregunten a su musa de los 90 Victoria Abril y la famosa escena del submarinista en “Atame” (1990), que bien pensado se me da un ligero parecido con el encuentro de mi amigo Freddy con la dulce protagonista de “Pesadilla en Elm Street” (1984), Heather Langenkamp.

Pesadilla en Elm Street vs Atame
Entrando de lleno en el mundo del terror no hay escenas más terroríficas con dicho sanitario como las vividas por George C. Scott en la fantástica “Al final de la escalera” (1980) y ese constante gotear que todavía hoy inquieta o Michelle Pfeiffer en “Lo que la verdad esconde” (2000), encontrándose muertas en su idílico baño. Ambos recursos tanto como las rubias en la ducha muy del gusto del género.

¡¡Mi anillooo, mi tesorooo!!
Aquí huele a muerto...
En el cine las chicas malas tienen dos opciones. O utilizas a tu beneficio la bañera como demuestran las exquisitas Sharon Stone e Isabelle Adjani para deshacerse (supuestamente) de un moscón en la versión de 1996 de “Diabolicas” o sufres las consecuencias de tus malas acciones como Denise Richards en “Un San Valentín de Muerte” (2001).

¡¡Una solución quiero!! La Stone y la Adjani hartas de las manchas de las picotas...
La electricidad y el agua no son buenos aliados
A los amantes de las mascotas les diré que estas, sean de la especie que sean, muchas veces juegan con ventaja en el líquido elemento. Saffron Burrows en “Deep blue sea” (1999) es acosada por el tiburoncillo de turno aburrido de estar todo el santo día en la pecera y decide crearse su propio parque acuatico un poco sucio pero mucho más espacioso.

¡¡Ven que te como!!
Para terminar aprovechando que el pasado día 6 de junio se cumplirían los 100 años del “nacimiento” de la Reina del Technicolor María Montez (a la que visitamos en su última morada en París), recordar a todos que los peligros a los que nos enfrentamos cuándo tomamos un baño pueden pasar de ser ficción a la más pura realidad como saben los fans de la actriz.

La Montez y sus remedios caseros contra la gordura...
La Montez, murió a los 39 años mientras tomaba un baño muy, pero que muy caliente.
¡¡Esto es literal no seáis mal pensados!!

El ojo que todo lo ve vs The End
Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!

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