viernes, 3 de diciembre de 2010

GODZILLA VS MOTHRA O COMO INTENTE IMPRESIONAR A MI COSTILLA

Cuando escribía mi anterior entrada me acordé que debía dedicarle "una" a mi querido Godzilla y en especial a su encuentro con Mothra.


Es de sobra conocido en mi entorno que junto con Jason Voorhees encabeza la lista de mis iconos/mitos favoritos (independientemente que sean personajes ficticios o reales).
De niño y no tan niño siempre me han gustado las Monster Movies. Siento predilección por los monstruos realizados con un burdo disfraz o realizados con masilla y la técnica de animación Stop Motion.
¡¡El encanto de los cromas no supera a los efectos especiales ni a los monstruos digitales!!
Multitud de monstruos han llamado mi atención, desde insectos y arácnidos de tamaño gigante, monstruos mitológicos a cualquier cosa animada que llame mi atención. Como el descubrimiento reciente de “From Hell It Came” de 1957 donde el protagonista era un árbol zombi (ya la comentaré en su día).
Estas películas son droga dura, solo aptas para mentes despiertas y sin prejuicios. Es verdad que puedes acabar con dolor de cabeza al final ante tanto derroche de colorido, acción y situaciones absurdas pero, es mejor que verlas bajo los efectos del alcohol y las drogas. ¿No dicen que es mejor hacerse un tatuaje sin anestesia? Si tienes que verlas tienes que verlas con todas las de la Ley. Es preferible que te quedes dormido/a a mi lado, a que te estés partiendo de risa mientras la veo con el mismo interés sesudo que Casablanca.
Como decía, ayer me acorde de Godzilla...


La biografía de Godzilla sería más o menos resumida así: Godzilla tuvo su origen radiactivo siendo una especie ¿prehistórica? congelada, alterado por unas pruebas atómicas. Después de varias y  “exitosas” intervenciones, es enviado por mediación de unos personajes del futuro a una alejada isla para evitar sucesivas mutaciones, pero no cuentan con que un submarino atómico (que mira tú por donde pasaba por allí) le irradie de nuevo haciéndole crecer con proporciones gigantescas.
Godzilla posee numerosos poderes y habilidades. El más conocido es el aliento radiactivo, el pulso nuclear y poderes magnéticos. Además cuenta con una mente privilegiada que le permite desarrollar estrategias, aunque a mi me gusta sobretodo cuando se le ilumina la cresta y despide su aliento. 
El caso es que cuando conocí a mi costillita allá por 1994, no se me ocurrió mejor idea para impresionarla, que pasar la tarde en su casa visionando “Godzilla vs Mothra” que previamente habíamos alquilado.
¡¡Que contento me puse cuando la descubrí en un estante del videoclub Gadovi!! Me imagino que según el estado en el que me encotraba, ella pensaría que le iba a mostrar una obra maestra y en definitiva así lo es o por lo menos de culto.
La película a grandes rasgos es una lucha entre nuestro prota y Mothra, una mariposa gigante realizada con peluche, poco más o menos. Destacar que hasta pasada la primera parte no aparece en su estado más conocido. La veremos como huevo y en su estado larvario, pasándote  la mitad de la peli viendo sus evoluciones hasta que se convierte en mariposa. Entre medias observamos atónitos como la larva construye su capullo de seda en una escena a decir verdad interminable.
Además aparece Battra que es su versión malvada y nos vemos inmersos en una lucha a tres bandas hasta que Mothra se alía con Godzilla. Entre  Godzilla, Mothra y Battra y ya puestos el ejercito, se forma tal caos en Japón que tienen que intervenir junto a los científicos de turno dos diminutas gemelas, las Aelinas de la Isla Infantil. Estas “muchachas” entonan un creativo canto (con su correspondiente coreografía), con la que se comunican con Mothra, para que esta les ayude a acabar con Godzi después de que entre ambos acaben con Battra. 



Es algo que tiene que ser visto y oído y no se puede explicar con palabras. Total un batiburrillo simpático en donde se juntan los tres monstruos, el ejercito con sus tanques, la destrucción de un Tokyo de cartón piedra y papel albal, los científicos con sus elucubraciones sin pies ni cabeza llevando en sus manos o en los bolsillos de sus batas a las Aelinas… Poco más puedo decir, salvo que es mi película favorita y a la que tengo más cariño.

Muchas veces entre risas comentamos todo esto en casa. Mi costilla me dice que si pensaba que la iba a impresionar con eso iba listo, pero después de 12 años hay veces que pienso que aunque ella lo niegue, en un descuido Mothra le alojó algún huevecillo en su cerebro, porque si no, no entiendo cómo me ha aguantado todo este tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario