domingo, 28 de julio de 2024

ESPERPENTOS

 

Esperpento
De or. inc.
1. m. Persona, cosa o situación grotescas o estrafalarias.
2. m. Concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos.

 
Valle-Inclán, el inventor del esperpento.

Erróneamente siempre he pensado que mis molestias de estómago, que me producían ardor y reflujo gastroesofágico, tenían que ver con la hernia de hiato que me diagnosticaron hace años, pero he llegado a deducir que todo se debe a que ciertos personajes, como diría el cómico Joaquín Reyes, me resultan estomagantes. ¡Tendré que verificarlo la próxima vez que visite a mi médico!

¡Lo que no mata, te hace más fuerte!

Durante un tiempo este problema permaneció latente. Sinceramente creo que se debió a que las personas que me lo producían terminaron criando malvas. Como muchas veces pasa en la vida el pasado vuelve y los síntomas que afectaban a mi panza reaparecieron de la noche a la mañana.

Sentí un mareo, una náusea, un no sé qué...

Al haber nacido bajo el influjo de Marte y Plutón, tan pronto coloco a alguien en un pedestal como lo derribo con la misma intensidad con que lo había alzado. A veces puedo parecer voluble como el agua, porque en muchas ocasiones lo reconstruyo, después de todo mi naturaleza escorpiana simboliza la destrucción y el renacimiento pero para el sujeto de mi ojeriza, no hay marcha atrás si verbalizo mis opiniones. ¡Esto es lo que ha sucedido con Torrebruna y Dinarama!

¡Lo que yo quisiera, es volverme invisible!

Tan descriptivo nombre artístico no procede de mi imaginación, sino de una crítica que leí en una revista musical de los años 80, cuyo nombre no recuerdo para mi desgracia. Nunca podré agradecer lo suficiente al autor del artículo el juego que este apelativo me proporciona. Aclaro que no conservé la reseña porque en aquella época era muy fan y me indigné (¡maldito pedestal!) y ahora me arrepiento. Como se supone que todo está en la red lo sigo buscando pero es como intentar encontrar una aguja en un pajar.

Mari Bárbola, la enana de Las Meninas. (Velázquez, 1656)
 
Pero no solo los mencionados me resultan estomagantes ¡qué va! Estos esperpentos, una suerte de bufones que ni el mismísimo Velázquez podría imaginar, son un grupito que se “creen” formar parte (a la española) de una Factory como la de Warhol, el cual en honor a la verdad, contra lo que se pueda leer en los medios, no les hizo ni puñetero caso cuando estuvo en Españistán. Al tipo solo le interesaba la guita que pudiera sacar y por lo que se supo se fue con las manos vacías. El único que si sacó algo fue Bosé que consiguió que el célebre “artista” del cual era admirador, le realizara la portada de su disco Made in Spain (1983). También un par de obras que le regaló por sendos cumpleaños y de las que se desprendió en subasta en 2015. ¡Y eso que eran “amigos”!

Lengua de fuego inmortal [...] (Fuego, 1983)
 
El caso es que ambas Factories tienen en común, por lo menos una y por añadidura su fundador, que están sobrevaloradas y que parecen recién salidas de la moralizante y satírica obra El Jardín de las Delicias del pintor neerlandés El Bosco. Aun así, la cuestión de lo que se crean ellos y su camarilla no es suya, el problema lo tienen sus fans que les siguen en las redes sociales. También es mío por no relativizar y evitar hacerme mala sangre, pero es inevitable no hacerlo cuando te bombardean por todas partes. ¡Abres una lata de espárragos y te salta uno a la cara!

¿Un electroduende? No, un personaje de El Bosco.

Me altera el hecho que demasiados simpatizantes no tengan la misma percepción de la realidad. La hipocresía vence a la honestidad con la intención más o menos velada de llamar la atención del objeto de su devoción y le conceda sus minutos de gloria. Algo similar a la expresión que se le atribuye al esperpéntico Warhol: “En el futuro, todos serán famosos mundialmente por 15 minutos.” De hecho es patético que muchos y muchas les supliquen que les sigan también en las redes y los muy ilusos piensen que cuando estos iconos del artificio lo hacen, presuman ante el resto del gallinero que los tienen como “amigos”.

¡Reivindiquemos el producto autóctono!
 
¡Guapa! ¡Brillante! ¡Eres un artista! ¡Me encantas como persona! ¡Eres como de mi familia! ¡Eres mi modelo a seguir!

¡Soy más guapa que una rana!

Como he dicho la hipocresía (y el peloteo) gana la batalla a la honestidad. Cuando moneo para echarme unas risas paso la tarde leyendo los comentarios que ponen en las publicaciones. Por poner un ejemplo: es como si yo le dijese a Diana, la Comandante suprema de los Visitantes, de la serie de los 80 V, que está bellísima en su versión lagarta. Lo primero que haría si eso me pasase es ir corriendo al oculista a graduarme de nuevo la vista. Eso es lo que parece que no hacen los que siguen a alguna “insigne” actriz. ¡Poca gente veo yo con gafas por la calle!

Los espejos no mienten: ¡tú lo que eres es un fantasmón!

Los medios están plagados de callos malayos y aberronchos que con semejante cúmulo de parabienes deben tener el ego y la autoestima muy altos. Les recomiendo que hagan un Acto de contrición y que acudan raudamente a comprase un espejo. Recomendación de la que hago participe a personas no famosas. Además hay que ser solidario con los fabricantes de espejos que han visto disminuidas las ventas. ¡Los vampiros no son los únicos que huyen de ellos!

¡MasterChef sí, pero muy de barrio!
 
No puedo con la vida cuando leo y veo que a una sapa que se dedica a la tele y a “freír papas” asistiendo a un evento se la describa como glamourosa, que un artista que expone sus pinturas, que parecen hechas por un niño de preescolar, sea alabado como si de obras maestras se tratasen, o cantantes que no cantan por no hablar de “actrices” que protagonizan obras de teatro, mientras las realmente buenas se las ven y desean para sacar proyectos adelante o libros publicados cuya autoría es más que cuestionable. Estoy pensado en reunir mi colección de postales en un libro y con suerte venderlo a precio de oro como hacen otros…

Pintar pintar pinta sin paraaar, mojar extender y vuelta a empezar...
 
Y sobre todo cuando un personaje irritante y tan pedante como Torrebruna o alguien similar menciona (algún amigo hará caja) con tanta aseveración: un libro, un disco, una película, una galería de arte, un bar de copas, a un DJ. o lo que se preste y la masa borreguil rauda y veloz lo fagocite haciéndolo suyo. Por fortuna siempre he tenido criterio y no me he dejado influenciar por las recomendaciones de famosillos.

Mamá, quiero ser artista, ¡Oh! mamá, ser protagonista...

Es inquietante que, para una persona aficionada como yo a los Museos de Cera, no comulgue con esta galería de grotescos individuos que más parecen ser personajes de ciencia ficción de la peor serie Z que seres reales. ¿O son productos de una IA de saldo?

Las figuras del Museo de Cera de Madrid deslumbrando desde 1972.
 
Como es de bien nacido ser agradecido, doy las gracias a: A.R., O.G., M.V., B.F., B.E., C.A. y muchos otros porque sin ellos esta entrada no hubiese sido posible.

¡Qué a gusto me he quedado!

 
¡Venenosos Salu2 desde Crystal Lake!
Todas las imágenes son de Google.
Nota: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

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