jueves, 24 de agosto de 2017

EXPRESS YOURSELF PART I

¡¡Bitch I´m Madonna!!

Qué más puedo decir...

Andaba yo evolucionando como un Ichthyostega (uno de los primeros anfibios que mantenía cola de pez), pasando de jugar con los Famobil (ahora Playmobil) a leer comics guarros para adultos, de esos que en la portada ponía “Para Mayores de 18 años” y que ibas a comprar con todo el corte del mundo (por si te veía alguien), al kiosco más lejano posible. Esos comics como los de: “Sukia, la vampira” o “Azafatas”, que prometían mucho y que luego al verlos a escondidas, solo encontrabas viñetas repletas de onomatopeyas como: ¡Sí! ¡SiiiiiÍ!; Oooooh!; Mmmm...; Slurp; ¡Flop flop!; Flap flap…, colocadas estratégicamente para no ver nada. Para cuando evolucioné, ya iba camino de Artes y Oficios.

Sueños de adolescente: la decepción final... 

"Soy fuerte, ambiciosa y sé exactamente lo que quiero. Si eso me convierte en una zorra, pues vale."

Como estaba entretenido en otras cosas (no penséis mal, jajaja) no había reparado todavía en Madonna. Pero hete aquí, que me di de bruces con ella cuando cogía el autobús para ir a la Escuela. Un buen día, aparecieron en los autobuses de la empresa Martín. S.A., unos pequeños televisores donde se anunciaban los comercios del barrio y entre uno y otro, no dejaban de poner el vídeo “Dress You Up” (1985) todos los días, tanto a la ida como a la vuelta.

¡¡Aburridito me tienes!!

Estaba hasta el moñete de esta muchacha que parecía la hermana blanca de Mr. T, de tantos abalorios que llevaba colgados. Cada día la iba cogiendo más manía, pero también es verdad que era mejor verla a ella que los comerciales de restaurantes que celebraban bodas y bautizos, una tapicería, una carnicería o Ferri Ópticos, por ejemplo. Un buen día, esas teles del bus desaparecieron sin dejar rastro. Y la eché de menos.

Por si no te la sabes de memoria siempre viene bien tener una chuleta.

"Los crucifijos son sexy porque hay un hombre desnudo en ellos."

Ya me había olvidado de Madonna hasta que un día acompañé a mi madre a ver a una amiga a su casa. La hija de ésta, más o menos de mi edad, estaba en su cuarto con una amiguita tirada en el suelo junto al disco “Like a Virgin” (1984). Y allí estaban las dos, cantando las canciones. Y me cayeron mal, de lo locas que estaban por la tipa esa a la que tanta ojeriza tenía. ¡¡Menudas Madonnamaniáticas!! He de confesar que mi “tirria” hacía Madonna era porque siempre he huido de lo que prefieren las masas (quedaba y queda mejor decir que sigues Grupos de Culto) aunque en el fondo tengo que reconocer que me gustaba.

Madonna la Reina de las niñatas.

Al poco llegó la sensación del año, el famoso tema: “We are the World” (1985) y pusieron en la tele el concierto “Live Aid”, y como de los que salían no me interesaba nadie en absoluto y había leído que criticaron a Bob Geldof por invitar a Madonna a participar en él, me lo vi entero solo por verla a ella.

Madonna otea el horizonte en busca de "víctimas".

"Siempre dije que quería ser famosa...
Nunca dije que quisiera ser rica."

No sé si, la posteriormente conocida Ambición Rubia, tendría algún poder misterioso que utilizaba para ganar adeptos, pero dos años después ya estaba enganchado a las canciones de su álbum “True Blue” (1986). También es verdad que había cambiado su imagen de pedidora de semáforo por el de sofisticada rubita un tanto fresca. ¡¡Y qué vídeos!! Allí estaba ella enfundada en un corpiño y mallas negras dando brincos como si fuese una Campanilla de carne y hueso.

Comenzando el camino hacía la reinvención.

"True Blue" fue el primer disco que me compré de ella y sólo fue después de ver en la tele el concierto de la gira “Who´s That Girl Tour”, gira motivada por el estreno de la película y de la banda sonora del mismo título. Ahora era yo el que estaba en su cuarto cantando, como podía, el “Papa Don´t Preach” o el “Open Your Heart”.

Tele Indiscreta: la fuente del conocimiento.

"Hay gente que me odia porque tengo una opinión."

El caso es que estamos en casa toda mi familia y mi padre empieza a hablar con mi cuñado y no me dejan oírlo. Para colmo,  se ponen de acuerdo para criticarla. Ni corto ni perezoso me levanto, voy a mi cuarto y rompo la hucha (más bien la abro porque es de tapa). Como tampoco tenía mucho ahorrado (las huchas con tapa no son amigas del ahorro) mi madre me ayudó un poco en el tema económico, más porque dejara de dar la tabarra y desapareciera, que por ayudarme a comprarme el disco.

Moviendo el cucu...

Con el dinero en la mano, salgo como un loco Madonnaidiotizado del todo, hacía la tienda de discos más cercana, que curiosidades de la vida estaba debajo de mi casa. Tienda ideal para vagos como yo, pues tampoco es plan irte al centro por un enfado. Entro en la tienda y pregunto por el último disco de la rubita platinada y me sacan el “Who´s That Girl” (1987). No había caído en la BSO. En este punto sale un primitivo Sheldon Cooper: ¿Qué hago? ¿Me compro el último que ha salido o el que realmente me gusta? Tic tac tic tac… Al final me llevo el “True Blue”, pero en mi cabeza no paro de oírme diciéndome que no se si habré hecho lo correcto, porque después de todo yo pedí el último… Así estuve días, no creáis, porque además ese disco estuvo gafado y llegué a comprármelo hasta tres veces en menos de un mes.

Madonna camino del estrellato y de la pared...

"Siempre quise bailar como Shirley Temple. La verdad es que quería ser la nueva Shirley Temple."

Según subo a casa lo pongo en el tocadiscos y no para de saltar la aguja en el “Papa Don´t Preach”. ¿Quería decirme algo la canción? Desde luego yo no iba a tener un bebé, pero seguramente mi padre estaría molesto conmigo. Conociéndome, seguramente habría formado una escandalera por no poder ver el concierto en paz. Bajo a la tienda de nuevo y amablemente me dan otro, pero cuando en menos de media hora lo bajo otra vez por el mismo motivo, me contestan que no me lo van a cambiar más y que mire a ver si el problema es del tocadiscos.

No disimules, nunca fuiste un ángel.

Me pasé más de una semana lanzando el vinilo contra la pared, no una, sino hasta tres veces en un día, pero no se rompía. El disco era muy duro o la pared muy blanda. Era el disco maldito y tenía que vivir con él para siempre. Un día me harté y lo rompí con mis propias manos. Por cierto, el tocadiscos, años más tarde sufrió la misma suerte.

No me mires así, al final te querré.

Años después me pasó algo similar con la versión 12” de “Vogue” (1990). Como la formula de tirar discos contra la pared y no romperse funcionó, pensé que si lo tiraba, al no romperse, por lo menos me desfogaba y conservaría el disco, pero esta vez la formula no funcionó y se hizo añicos a la primera. Esta vez el disco era más blando o la pared más dura. Terminé cabreándome aun más y mi padre de camino al trabajo me llevó al Madrid Rock a por otro.

¡¡Madonna adicto!!

"Marilyn Monroe fue mi primer ídolo cinematográfico. Tan pronto la vi a ella y a Brigitte Bardot deseé teñir mi pelo de rubio y ponerme sujetadores puntiagudos."

Para cuando ya tuve un “True Blue” decente (también en cassette, la seguridad ante todo), Silvia mi hermana mayor, me dio dinero por mi cumpleaños y fui a por el último disco de Madonna. ¡¡Dios, otra vez no!! Y ya sabéis cómo va la historia…

¡¡Venga, tú puedes!!

Al final no me compliqué mucho y me llevé el último que era el disco de remezclas “You Can Dance” (1987) y el “Who´s That Girl”, gracias a mi hermana muy generosa, pude hacerme con los dos. Está vez me fui al centro, no fuese que se repitiera la historia con la pared.

La creatividad sin límites de Super POP...

Aunque cueste creérselo, ya era un fan absoluto de Madonna. Compraba todo tipo de publicaciones donde apareciese como: Super POP, Top Rock o Smash Hits. Incluso me hice socio del Madonna Fan Club, que estaba en Valencia y que todos los meses me mandaban un fanzine y una foto de mi ídola. Luego empecé a coleccionar fotos (incluso mi madre se “permitió” el lujo de llevarse dos postales de El Corte Inglés sin pagar), artículos y recortes de prensa, por minúsculos que fuesen. La pared de mi cuarto había desaparecido por completo de los posters que había. Incluso coloqué alguno en el techo. Cuando me fui de casa de mis padres el cuarto era lo más parecido a un queso gruyère. 

Llévame a casa o cómo hacer un "simpa"...

"Cuando salgo al escenario estoy completamente desinhibida."

En la actualidad conservo dos archivadores cronológicamente ordenados. Además tengo una o dos carpetas repletas a rebosar sin archivar y sin enfundar, pues llegó un momento a finales de los 90 en el que me permití un descanso de tanto archivo y ahí están hasta el día de hoy. Algún día debería ponerme a archivarlos pero me puede la pereza y eso que todos están ordenados por fecha, que me dedicaba a poner en bolígrafo.

Dando rienda suelta a mi creatividad.

Llegados a este punto, era el momento de verla en pantalla grande. El cine siempre le ha tirado mucho, aunque haciendo uso del nombre de su primitivo film “Un Cierto Sacrificio” (1979), tienes que ser muy sacrificado y muy fan para verlas. ¡¡No hay ni una que sea más buena que un tostón!!

Buscando el éxito desesperadamente.

"Soy todas las Madonnas y no soy ninguna. Todas y ninguna."

Mi hermana Silvia ya la había visto junto a mi cuñado en “Buscando A Susan Desesperadamente” (1985), yo no la vi porque por entonces todavía andaba liado con mis Clips de Famobil y jugando prácticamente solo al ¿Quién es quién? Pero… ¿qué pasa con “Who´s That Girl”? Entre tanto trajín con el “True Blue” y las “dudas existenciales” por el orden de las cosas, se me pasó ir a verla y la única opción que me quedó fue verla en una reposición años después junto a “Las Brujas de Eastwick” (1987). Como hacía ya unos añitos que era fan también de Cher, me pareció fantástico poder verlas a las dos en un programa doble por el mismo precio.

Madonna metiéndose en problemas...

Las proyectaban en el Cine Pleyel en plena calle Mayor, que luego fue el Teatro Arenal, luego el Teatro Mayor, posteriormente Arenal de nuevo y hoy es un gimnasio. Tendría que haber sospechado algo solo por el nombre del cine donde las ponían. Ahora sé que cuando lo visité como Cine Pleyel fue una Sala X.

David Jason era más tonto que un mono.

"Para una sesión de fotos desnuda te pagaban diez dólares a la hora. En el Burger King era un dólar y medio, así que me dije:
Todo sea por el arte."

En su momento desconocía a qué se dedicaban, pero tan tonto no soy como para no tener mis dudas y se lo comenté a mis padres. A ellos la verdad, el cine no les auguraba nada bueno y no les seducía para nada la idea, por muy Madonna y Cher que fuesen, de “dejarme” ir. Mi padre en concreto comentó que le sonaba que era un cine de putas y mi madre tampoco es que le corrigiese, aunque no creo que utilizase los mismos términos. Razón no le faltaba porque cerca estaba la Calle Postas…

Todo lo que sea por Madonna: asumiendo riesgos... 

Pese a sus caras de desaprobación, insistí en que era mi oportunidad de ver a la Madonna y a la Cher. –“Tú verás”- me dijeron y me dieron algunas recomendaciones. Mi padre comentó que era poco probable que me pasara algo si iba a lo mío y mi madre me contó que cuando ella era jovencita, muchas chicas llevaban en el bolso una aguja para evitar manoseos en los transportes públicos. Con todas las probabilidades sopesadas, me encaminé bien dispuesto hacía el cine y, sobretodo, seguro con mi aguja en el bolsillo del gabán.

Siempre con la cabeza bien alta.

No voy a decir que era un adonis, pero tenía 18 años y esos años no se tienen siempre. No sé muy bien si antes me compré unos discos en Madrid Rock o los llevaba desde casa para disimular (pasaba por aquí…) como hacía siempre que iba a sitios que eran sospechosos de ser poco recomendables.

Oops...! Lo hice de nuevo. Jugué con tu corazón...

"Como una virgen a la que tocan por primera vez.
Como una virgen..."

Sonriente con “mis discos” me acerqué a la taquilla y amablemente pedí una entrada. Sólo con ver a la taquillera, la cara que puso el acomodador cuando (amablemente también) le pregunté si podía pasar y los cortinones de terciopelo rojo apolillados ya lo digo todo. Aunque, ahora que lo pienso, puede que la cara del acomodador fuese más por mi aspecto (en aquella época era un calco de Robert Smith, el cantante de The Cure) que de preocupación por mi integridad física una vez traspasara las cortinas…

Continuará…

Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!

Todo el material archivo del autor.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me parto y me troncho,aunque al cabo de unos años ,en encanta Madonna,con su Isla bonita.

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