VIERNES 13

El pasado viernes 13 era un día especial por varios motivos, uno de ellos “abortado” con antelación y alevosía.

El primer motivo es que al día siguiente, nuestra gran amiga Carmen, cumplía años y como se había “empeñado” en celebrarlo un día antes al estilo de “Alicia en el país de las maravillas” con su “no cumpleaños”, me vi en la tesitura de acompañarla o quedarme a celebrar el viernes 13 en casa a mi manera. Por descontado que prefería lo primero, los amigos están por encima de cualquier otra cosa.

¡¡A quemar la noche!!

Es verdad que al final se me encendió la bombillita y decidí matar el día 12 a base de ocupar mí tiempo hasta que llegaran las 24:00h para celebrarlo a mi estilo. Entre otras cosas pasé parte del día copiando DVD´s, entre ellos “Kung-Fu contra los 7 vampiros de oro”, una de karate y terror y “La bestia y la espada mágica” y algunas más del gran Paul Naschy.

Ya sabéis que estoy en contra de piratear pero, estando el panorama actual con tanto político corrupto y demás, pues me he revelado y me he puesto a ello.

Ramoncín ven a por mí...

Una vez había terminado las tareas que me había impuesto llegó el momento esperado y a las 24:30h por fin empezaba el día 13 y como es habitual en mi lago, cuando coincide día y número lo celebro a golpe de hacha y palomitas repasando alguna de mis hazañas cinematográficas. En esta ocasión volví a ver la 5ª parte, no es que sea la mejor de la saga pero, como me aconsejó Kike el peluquero de mi Frankie, coincidía por número con el mes en curso. Vamos una frikada de las mías esto de estar pendiente del día y el mes para escoger que película ver.

¡¡Más solo que la una!!

En fin… El motivo especial abortado era que nuestro grupo favorito aquí en Cristal Lake Fangoria, tocaba en el Palacio de los Deportes con la gira “El paso trascendental del vodevil a la astracanada”.

¡¡El público diferente de Fangoria!!

Como ya nos pilla mayores tantos vodeviles y estamos por encima de astracanadas varias, decidimos de mutuo acuerdo mi Escolopendra, mi amiga y yo olvidarnos del evento y dedicarnos a nosotros mismos. Así que haciendo honor al título de la gira dimos el paso trascendental de no acudir al concierto. Además estábamos los tres de acuerdo en que lo único que conseguiríamos era cogernos (o cogerme) un gran cabreo pues sospechábamos que el evento en sí sería un multitudinario karaoke. La única duda era ver de nuevo a Silvia Superstar, pero como la vimos de primera figura en su propio concierto pasamos de verla de telonera. ¡¡Somos muy nuestros!!

Ataviado con mi mejor camiseta de mi mismo (vamos una del Sr. Voorhees) empezamos nuestra propia fiesta o contra evento en El Fabuloso el club de la Superstar donde le hicimos entrega a la homenajeada de unos detallitos propios de su edad y condición...

De 0 a 99 años...

De allí salimos raudos y veloces hacía el Morocco, antaño templo moderno de nuestros años juveniles hoy prácticamente viviendo de su nombre. Dispuestos a quemar la noche y con una actitud entre estrellas venidas a menos o a más (según como se mire) y los abueletes de los Muppets, Statler y Waldorf nos situamos en un rinconcito oscuro pero con buena visibilidad y empezamos a criticar como es debido y a echarnos unas risas.

La Srta Escolopendra y el Sr Voorhees en plan Muppets

Dos copas por cabeza, música en “condiciones”, Alaska, Raffaella Carra, A-HA, Boney M, etc (como si no hubiésemos salido de Crystal), algún que otro bailecito (yo dada mi condición a medio camino entre viejo decrépito y zombi me abstuve como siempre), todo iba sobre ruedas, hasta que en un momento de la canción “En el amor todo es empezar” de Raffaella Carra al son de unos acordes de flamenquito Carmen soltó la fatídica y contundente frase: ¡¡Por ahí no paso!!

Explota, explota mi corazón y alguna cosa más...

Escolopendra Venenossa y ella volvieron a colocarse en el silloncito y después de relatar y relatar, empezamos a observar al personal, que nos recordaban a las vainas de “La invasión de los ladrones de cuerpos”.

A veces veo vainas...

A modo de sucedáneo del concierto de Fangoria, a cada canción interpretada por Alaska la sala se convertía en un pequeño karaoke donde el que más y el que menos se desgañitaba entonando como podía las canciones y a golpes de coreografías a cada cual más “impresionante”.

¡¡Pero, que coño es esto!!

Los protagonistas que, evidentemente a esas alturas de la noche no éramos nosotros, iban ataviados con unos estilismos imposibles a medio camino entre oficinistas rancios y feriantes de la España profunda. Como bien dice Alaska en una de sus canciones, “solo tienes que pensar que lo estrafalario brilla más que lo normal”.

Una copita al salir del curro vs Quién calcula compra en Sepu

Un momento antes de decidir escapar de esa vorágine de alienígenas desatados llegó el colofón de la noche y “la traca, el confeti y el megatrón” final cuando al son del tema “La bola de cristal” el personal decidió de común acuerdo organizar una conga.

Qué tiene el Morocco que a todo el mundo le mola...

En este punto ya nos echaron definitivamente del Morocco y las vainas, gallifantes, pijos rancios y demás ocuparon nuestro espacio vital.

Gallifante desatado con dos copas de más...

Me hubiese gustado dejar de ser por un momento el Sr. Voorhees y convertirme en Ciclope de XMen y borrarlos a todos con mi rayo laser…

De vuelta a Crystal Lake o quemando la noche...

Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!