Podríamos empezar esta entrada con el popular dicho: “Por la boca muere el pez” pero faltaríamos a la verdad y es bien sabido por los más íntimos del Sr. Voorhees que cuando promete una cosa la cumple, llueva, truene, haga un calor insufrible o mismamente su cerebro bipolar le haga cambiar de parecer.
¡¡No esperes nada de él, te irá mucho mejor!!
¿Voy a la fiesta? Yo que tú no iría... vs Promesas incumplidas |
El Sr. Voorhees es conocido por ser parco en palabras o mejor dicho en promesas. Las palabras se las lleva el viento…
¡¡La exaltación de la amistad y el Sr. Voorhees nos son compatibles!!
Hace unos días fué invitado a un evento. Perezosamente como le caracteriza salió de su adorado Cristal Lake acompañado de su inseparable Escolopendra Venenossa y se encaminó hacia el lugar del encuentro con unas perspectivas nada halagüeñas.
En concreto se trataba de una fiesta con el singular nombre de “Fiesta del cabestrillo”, se suponía que había que aparecer con uno puesto pero él es muy suyo y se le antojaba mucho más divertido hacer uso de su machete y cercenar algunos brazos y ya puestos algunas cabezas, que colocarse una prenda tan poco favorecedora para su persona.
¡¡Sin su máscara no es nada!!
Al final las expectativas no se cumplieron y tuvo que cargar con su fiel machete toda la noche. A falta de machete podía contentarse con los afilados colmillitos de Escolopendra, que se había pasado toda la tarde afilandoselos en su grietita antes de salir.
Como él Sr. Voorhees estaba de buen humor y una semana antes estaba ensayando saludos amigables y nada comprometedores al final la sangre no llegó al lago…
Con mis mejores deseos... |
Las buenas formas son premisas de cualquier invitado educado y no era plan de eclipsar al anfitrión con el carácter y las maneras por todos conocidas...
¡¡Que diferente si el evento se hubiese celebrado en Crystal Lake!!
Como he dicho al principio si hay algo que no soporta el Sr. Voorhees es la exaltación de la amistad y no sé muy bien si es porque llegamos tarde, los invitados no habían perdido el conocimiento todavía o simplemente que “quién evita la ocasión evita el peligro”...
Un machete se acerca hacía nosotros... |
¿Tienes fuego? Sí, pero no me mates... |
Entre la concurrencia se encontraba la madrina de mi Frankie, su joven Padawan y el gran Merluzo que nos comentaba con su inigualable estilo que por fin había puesto cara a la Srta. Escolopendra y al Sr. Voorhees.
Entre risas y flashes la fiesta se desarrolló con total normalidad. A los ojillos del Sr. Voorhees no se le escapaba una aunque pareciese lo contrario y desde su hombro, Escolopendra Venenossa estaba dispuesta a lanzarse a la yugular de alguna invitada creando un momento de pánico entre nuestro circulo de bien avenidos.
Como siempre a la hora de nuestro regreso a Crystal Lake los comentarios e impresiones de rigor. Eso sí, siempre desde el respeto y con un puntito de mala leche...
¡¡Te dije que no les saludaras!! |
En el arte del disimulo Escolopendra Venenossa no tiene rival. El tándem Voorhees-Escolopendra es de lo peor…
¡¡Suerte para todos que esta vez estuviesen ambos de buen humor!!
Me siento muy honrado y agradecido de aparecer en SopaDeMitos. Espero que sigas cercenando miembros y miembras con tu inseparable machete.
ResponderEliminarun abrazo