Un 9 de noviembre de 1914,
nacía en Viena Hedy Lamarr. El mismo día en Madrid, 56 años después, lo hacía
un servidor, aka David Jason. Madrid, un lugar interesante pero menos atractivo
que Crystal Lake.
Welcome to Crystal Lake |
Con pocos días de edad y a
bordo de un seiscientos me trasladaron a Mérida, ciudad de la que nada recuerdo.
De lo único que me acuerdo es de unas navidades en las que los Reyes Magos me
trajeron un Geyperman barbudo con su helicóptero, al cual dando a un botoncito
le hacías mover las hélices. De aquí parten
mis primeros fetiches: el Citroën 2cv, los pingüinos y Winnie the Pooh.
En un santiamén pasaba de los juegos bélicos a ser tan dulce como la miel... |
Unos pocos años después,
conservando un acento extremeño, nos fuimos a Cataluña. Me acuerdo del sitio en
el que vivíamos, las Tres Carabelas, nosotros estábamos en la Santa María (las santas siempre me han acompañado), la
bodega, las fiestas de San Juan y una tormenta de granizo que me dejó bastante
parecido al Vengador Tóxico. Recuerdo también un poster de la película
“Grease”, al que mi hermana con unos rotuladores, repasó los labios de Olivia
Newton-John y los ojitos a John Travolta.
Una granizada me convirtió en un niño tóxico. |
Básicamente la época de
Esparraguera, que así se llama el lugar exacto donde vivíamos, sería la etapa
del descubrimiento de la Ciencia Ficción con una de mis series favoritas de los
70´s: “Espacio 1999” o “Cosmos 1999” según el doblaje.
Primera toma de contacto con los monstruos espaciales y la Ciencia Ficción de cartón piedra. |
Base lunar Alfa… Allí
aparecían el comandante John Koenig, la doctora Helena Russell, la metamorfa
Maya y multitud de monstruos de las más variopintas formas y colores. Koenig es
el alter ego que utilizo en mi cuenta de Instagram por si no lo sabéis.
¡¡Que aventuras!! Gracias a
que ahora tenemos el dvd puedo revivirlas cuando quiera.
Los cojines en la cara, algo recurrente en mi afición por el horror. |
Descubriría también las
películas de monstruos gigantescos (ahora conocidas como Monsters Movies), el
terror de la Hammer y los cojines en la cara, a Paul Naschy y a las estrellas
del cine de entonces como: Agata Lys o María Kosty entre otras muchas.
¡¡Que guapa mamá!! Frase estrella del pequeño Davidjason. Solo me interesaba por exigencias del guión... |
Mi afición por la naturaleza (como
la de todo el mundo) comenzaría con los documentales de Félix Rodríguez de la
Fuente. “El Hombre y la Tierra” y sus cuadernos de campo, marcan mi fijación
por los animales con cuernos como: el Muflón y la Cabra Montesa.
Rodríguez de la Fuente y mi afición por los cuernos... |
Haciendo mío el refrán: “Le
gusta más que a un tonto un lápiz” me pasaba horas dibujando en álbumes de
dibujo todo lo que había visto en los documentales.
Los mencionados cuadernos de
campo, me los traía mi padre del kiosco junto con tebeos de Tarzán, Batman (que
ahora valdrían un dineral) y unos tomitos del gato Pumby, que aún conservo.
El gato Pumby todo un "destroyer". Ocultaba más de lo que se intuía a simple vista... |
Antes de que apareciese
Indiana Jones en la cultura popular, yo ya corría innumerables aventuras por
mundos misteriosos, emulando lo que veía en la tv o en los tebeos de Pumby, soñando
tanto despierto como dormido, acompañado de mi inseparable pingüino rojo, que
me acompañó en la cama desde mis tiempos en Mérida, hasta la friolera edad de
12 años.
El Citroën 2 CV, el coche oficial de Crystal Lake!! |
Cuando ya era una especie de
marciano, además con acento catalán, porque lo de ser friki todavía no se
estilaba, obsesionado con los muflones, la ciencia ficción, los 2cv, los
monstruos y todo lo demás, aterrizamos en Madrid…
Una tarde de sábado no sería lo mismo sin Harryhausen. |
Correremos un tupido velo
sobre los últimos 70´s y primeros 80´s, ya que no hay nada memorable que contar
si exceptuamos mi afición por los “Clicks de Famobil” (ahora conocidos como
Playmobil a secas) y las Barbies de mi hermana pequeña, para quedarnos en la
mitad de la década, cuando mis ojos de infante se toparon frente al televisor
con Rita Hayworth.
De la noche a la mañana pasé de jugar con Clicks a coleccionar Barbies. |
Ya he repetido en muchas
ocasiones, que solo había dos canales de televisión, por lo que teníamos la
suerte de ver cosas muchísimo más interesantes que ahora.
¡¡Como echo de menos
el UHF!!
La Hayworth me introdujo en el
mundo del cine clásico, pero fue Marlene Dietrich la que cimentó y culminó mi
gran afición por él. ¡¡Casi 30 años coleccionándola dan prueba de ello!!
La aparición de Rita, marca el
comienzo de mi adolescencia, mi ingreso en la Escuela de Artes Aplicadas, la
aparición de Carmen Munster, mi gusto por The Cure, el descubrimiento de otros mundos (tanto
artísticos como intelectuales), la ciudad de noche, la Bola de Cristal, etc…
Años de enriquecimiento, cuando me relacionaba y compartía impresiones con
gente que me sacaba como mínimo 10 años de edad.
Hayworth y Dietrich. El Glamour llegó a Crystal Lake!! |
¿En qué otro lugar podías codearte
con una señora mayor, una punki, gente de otros países, un marinero o una monja
entre otras muchas peculiares personas? Aquella época la recuerdo como una
especie de Fama (la serie de tv), pero sin música y sin baile.
Hace relativamente pocos años
me volví a encontrar a un profesor de dibujo artístico de mis tiempos en la
escuela y le comentó a María Escolopendra Venenossa: “era muy distante”.
¡¡El mejor cumplido que le
podía hacer a mi ego!!
¡El tamaño no importa! |
Con la Srta. Munster conocí a
los fotógrafos Joel Peter Witkin y Robert Mapplethorpe y eso para un chico que
hasta hacía bien poco se entretenía con recortables de su propia creación, inventando
su propio periódico, comics o diseñando carteles de cine, es un paso de
gigante...
A estas alturas si antes era
un marciano, ahora era un extraterrestre cuando (en las pocas veces que lo
hacía) me relacionaba con gente de mi edad.
Joel Peter Witkin y Mapplethorpe. El bizarrismo se apodera de mí. |
Siguiendo el curso de la
historia, me dio por el mundo de la Moda en los 90´s. Como la moda es efímera y
banal mi “enamoramiento” fue breve. Tan breve que no le dedicaré más líneas.
La mitad de los 90´s, fueron
el año de la Ilustración en muchos sentidos…
Es la época en la que hizo su
primera aparición Escolopendra Venenossa. Me aficioné a los Pokemón y empecé a
estudiar Ilustración en la Escuela de Arte. Seguidamente me dediqué a ello profesionalmente,
para descubrir junto al artista con el que trabajaba, que la mejor enseñanza es
tener un buen maestro.
Las puertas de Crystal Lake están abiertas para todos. |
Como toda gran figura del cine
clásico en un gran estudio, tuve mis años de esplendor y mis años de
decadencia, trabajando en una empresa en la que me dedicaba al Diseño Gráfico y
lo que más hacía era ver porno…
En esos años aprendí a no
dejarme mangonear, aunque ya venía resabiado y me llevo buenos amigos, en
especial a mí (nuestra) querida e idolatrada Bamba Negra.
O cómo compaginar a Winnie the Pooh con Jenna Jameson. |
Una vez que me alejé del
inframundo (como lo llamaban algunos) y de compartir mis días con gente que no
merecía la pena, vi la luz dedicándome a lo que más me gustaba: los animales.
Comencé como Auxiliar
Veterinario y terminé como Peluquero Canino. Aprendí mucho y añadí nuevos
amigos.
Después pase por un pequeño
bache del que salí principalmente gracias a mi perro Frankie y a la paciencia
infinita de Escolopendra Venenossa, comprendiendo que lo mejor que podía hacer
era, cual camaleón, adaptarme a mi nuevo horizonte profesional…
Tantas patas tiene Escolopendra, como mundos hay en Crystal Lake. |
Como me apunta ella con su
peculiar humor: “has pasado de la lujuria a la usura”.
¡¡Buen título para una
biografía!!
Y aquí estoy, escribiendo
estas líneas sabiendo que Escolopendra Venenossa, que no se ha separado de mi
en estos últimos 20 años, estará protegiéndome con sus afiladas forcípulas
venenosas.
Venenos salu2 desde Crystal
Lake!!