domingo, 30 de julio de 2017

LA MUERTE NO OS SIENTA TAN BIEN…

"Cuando estás muerto, estás muerto. Eso es todo." Así de contundente era Marlene para referirse al fin de la vida. Como nadie ha vuelto del más allá no discutiremos tan tajante cita. Ella terminó sus días plácidamente en su apartamento parisino, muy cerca del Arco de Triunfo, pero es verdad que hay maneras de irse para el otro barrio no tan idílicas como la suya.

Jean Seberg en el cementerio de Montparnasse

Ella debería saberlo, puesto que uno de sus amantes, el alcohólico incorregible John Gilbert, una semana después de sufrir un colapso mientras nadaba en su piscina, murió de un infarto cuando dormía. Según la rumorología Dietrich estaba con él y desapareció de allí en cuanto sintió llegar los servicios de emergencia.

“Marlene Dietrich se enamoró de él, lo persuadió de dejar de beber y le ayudó a conseguir un papel en "Deseo" (1936).
Sin embargo, una vez más, parecía que alguien allá arriba no quería que Jack volviera a hacer cine."
Leatrice Joy Gilbert

John Gilbert (1897-1936) junto a Marlene Dietrich

No todas las estrellas de cine terminan tranquilamente sus días. Como “simples mortales” también nos dejan por sufrir enfermedades o accidentes, pero también otros, prefirieron irse de este mundo antes de que llegase su hora, de una manera más o menos “original” y en muchas ocasiones con una dosis de escándalo de por medio. Hay para todos los gustos: sospechosas muertes naturales, suicidios, accidentes e incluso asesinatos.

Peg Entwistle (1908-1932)
Uno de los decesos más icónicos es el de Peg Entwistle, conocida a raíz de su suicidio como “La chica del cartel de Hollywood”. Harta de ir de un lado para otro sin conseguir notoriedad, con tan solo 24 años se lanzó desde la letra H del cartel de Hollywood. Cosas del destino, a los pocos días de su muerte, su padre recibió una carta dirigida a su nombre, donde le comunicaban que le habían dado el papel protagonista en una película. Tendría que haber interpretado a una loca que pone fin a sus días precisamente suicidándose. Peg obtuvo popularidad a raíz de su suicidio. Solamente había realizado una película que se estrenó poco después.

Bella Darvi (1921-1971)
Para ser suicida, uno tiene que tener clase o ser imaginativo. Desde luego mucha clase no tuvo Bella Darvi. Conocida sobre todo por su Nefer, la meretriz de la que se enamora Sinuhé en “Sinuhé, el egipcio” (1954), una vida de excesos la llevó al suicidio. Desesperada por no poder hacer frente a las deudas de juego contraídas (empeñó joyas, pieles, ropa y hasta muebles) y sin recibir ayuda de sus “amigos”, llegó a su apartamento y abrió la llave del gas del horno. Desconozco si metió la cabeza dentro. A mí me gusta imaginármela así. Anteriormente, en 1959 debido a sus malos hábitos, sufrió un accidente de coche y fue llevada (no sé muy bien por qué) a un hogar de ancianos para recuperarse.

Glamuroso y perfecto caballero fue el francés Charles Boyer. Le monsieur Boyer perdió a su hijo en 1965 (suicida a los 21 años) y dos días después de que su mujer muriese víctima del cáncer en 1978, se quitó la vida con un “coctel” de barbitúricos. Estiloso y romántico hasta el final.

Charles Boyer (1897-1978)
"Hay cosas en la vida de un hombre que es mejor olvidar. Hay lugares oscuros que deben dejarse oscuros."
Charles Boyer como Boris Androvsky (El Jardín de Alá, 1936) 

Más arriesgada y sin pensar en dejar un buen look, fue Capucine. La antigua modelo de alta costura y posterior actriz, conocida por "La pantera rosa" (1964), afligida por una depresión, decidió lanzarse desde el octavo piso del apartamento donde vivía.

Capucine (1931-1990)
"Solía pensar que necesitaba un hombre
para definirme a mí misma. Ya no."
Capucine 

Linda Darnell (1923-1965)
Lanzarse al vacío conlleva bastantes riesgos y más si dudas de como hacerlo. La duda fue la perdición de Linda Darnell y su adicción al tabaco también. La Darnell no tenía previsto matarse ni pensaba hacerlo. La noche de su fallecimiento se encontraba en casa de una amiga junto a su hija viendo una de sus películas. 

Mientras dormían, un cigarrillo mal apagado por la actriz, prendió en el sofá del piso inferior y empezó a alcanzar las estancias superiores. El problema del fuego es la rapidez con la que lo devora todo y que te deja poco tiempo para razonar con lucidez. Mientras que la amiga y la hija de Linda Darnell no dudaron en lanzarse por la ventana, Linda tuvo miedo de hacerlo y cuando se decidió, fue a caer directamente al salón donde se originó todo. Con quemaduras de tercer grado en el 80% de su cuerpo, murió a las pocas horas en un hospital. Otras fuentes citan que el culpable fue un cigarrillo que se estaba fumando en la cama. Fuera como fuese, el caso es que termino quemada.

Curiosidades de la vida, durante un rodaje en el que su personaje iba a ser quemado, sufrió un leve accidente, lo que le llevó a declarar a los medios: “Nunca más dejaré que me maten con fuego. Pueden apuñalarme o dispararme, pero nunca más me quemarán”.

"Sabías cuando llegué a la pantalla que mis personajes no podían vivir. Yo era el tipo de chica con la que no querrías volver a casa a menos que quisieras terminar en la morgue.
Y mis pecados valieron la pena. El teléfono volvió a sonar."
Linda Darnell

Relacionado también con el fuego, fue el fallecimiento de Françoise Dorléac. Su carrera, en ascenso en esos momentos, finalizó de manera trágica en un accidente de automóvil a los 25 años. La hermana de Catherine Deneuve, según contaron testigos presenciales, quedó atrapada junto a su perro en el vehículo, rodeada por las llamas. Parece ser, que esos mismos testigos pudieron, entre otras cosas, escuchar los ladridos del perro.

Françoise Dorléac (1942-1967)
Foto: Google

Los accidentes de tráfico suelen ser bastante aparatosos. Conocido por todos es el sufrido por James Dean, pero un muchacho a toda velocidad que se estampa contra un poste telefónico o lo que proceda, es algo muy habitual y le ocurre al más común de los mortales.

Janet Gaynor la popular actriz de “Ha nacido una estrella” (1937) no falleció en el acto, pero su médico aseguró que su muerte se debía a que nunca se recuperó del accidente que sufrió dos años antes. Gaynor tuvo que hacer frente a dos operaciones que intentaron solucionar las consecuencias del trágico suceso: la pelvis, 11 costillas rotas y diversas heridas internas. Una camioneta se saltó un semáforo en rojo y se estrelló contra el taxi en el que viajan Janet, su marido, la actriz Mary Martin y su representante, cuando se dirigían a un restaurante chino. Espero que el restaurante al que nunca llegaron, no se llamase como el que yo frecuentaba: Restaurante Chino Felicidades.

Janet Gaynor (1906-1984)
"¡Algún día no te burlarás de mí! Voy a salir y tener una vida real! ¡Voy a ser alguien!"
Janet Gaynor como Vicki Lester (Ha nacido una estrella, 1937) 

Tres días después del sufrido por Françoise Dorléac, fallecía tras empotrarse contra la parte trasera de un camión la actriz Jayne Mansfield. Junto con la sex-symbol fallecieron su pareja, el chófer y uno de sus cuatro perritos chihuahua (ya es mala suerte con lo pequeñajos que son). La peluca de Jayne salió disparada hacía la parte trasera del coche, lo que dio pie a multitud de rumores, entre ellos que era su propia cabellera o su cabeza. Haciendo uso del título de una de sus películas, “Ella era irresistible” (1960), también era por lo que se ve, irresistible para las partes traseras de los camiones. En el coche viajaban también sus tres hijos que salvaron milagrosamente la vida. Uno de ellos es la actriz Mariska Hargitay, conocida por aparecer en la serie de televisión “Falcon Crest” en los 80 y actualmente en “Ley orden: Unidad de víctimas especiales”.

Jayne Mansfield (1933-1967)
"Nunca estaré satisfecha.
La vida para mí es una constante búsqueda para mejorar."
Jayne Mansfield

Jean Seberg (1938-1979)
Foto: Google
Menos aparatoso pero mucho más misterioso, fue el descubrimiento al cabo de un par de días, después de su misteriosa desaparición, del cadáver en descomposición de la actriz Jean Seberg dentro de su coche, aparcado en los suburbios de París. Investigada por el FBI por sus relaciones con grupos como los Panteras Negras, su marido Roman Gary (que posteriormente se suicidó disparándose en la boca, ¡qué casualidad!), siempre apuntó que la muerte de Seberg era debida a una oscura trama. Según las versiones oficiales su muerte se debió al suicido, a base de una combinación de píldoras y alcohol. Los antecedentes suicidas de Jean podían corroborarlo, ya lo había intentado con anterioridad en alguna ocasión. Una de ellas arrojándose a las vías del tren en una estación francesa. Su muerte permanece sin solucionarse totalmente.

Trama también oscura fue la defunción de William Holden. Bastante bebido, resbaló y murió desangrado tras golpearse la cabeza contra una mesa. Como en el caso de Seberg, los rumores se desbocaron. Se relacionó su muerte con un asunto de la mafia, ya que anteriormente Holden se había tratado con el crimen organizado y otros pensaron que el gobierno silenció su voz, pues pensaba contar todo lo que sabía de algunos asuntos políticos del momento, dada su amistad con dos presidentes republicanos de entonces.

William Holden (1918-1981)
"Es curioso lo bien que la gente se porta contigo
una vez que estás muerto."
William Holden 

Nancy Carroll, actriz con fama de obstinada y poco cooperativa, apareció muerta por estrangulamiento delante de la televisión. La autopsia no aclaró la verdadera causa de su fallecimiento, ni qué estaba viendo (estas cosas siempre me dejan en ascuas), y el caso fue cerrado oficialmente, de manera un tanto sorprendente, como “muerte por causas naturales”.

Nancy Carroll (1903-1965)
"Porque piensas de otra manera, te consideran desagradable y difícil. Una persona que reflexiona siempre tiene que luchar."
Nancy Carroll

Un crimen que sí se solucionó y acabó con los criminales en la cárcel, fue la del actor Ramón Novarro. El Latin Lover primo de Dolores del Rio y principal rival de Valentino, murió asesinado a manos de un delincuente que operaba junto a su hermano. Éste creyendo que el astro nadaba en la abundancia, llegó hasta él a través del sexo dada la afición de Novarro a recurrir a chaperos. Novarro era homosexual pero esto no lo descubrió el público hasta después de su muerte. Después de maniatarlo, torturarlo y darle una soberana paliza que desfiguró su rostro (el criminal era aficionado al boxeo), los delincuentes solo consiguieron 45 dólares (no estaba el astro tan boyante como cacareaba). Novarro murió asfixiado en su propia sangre. La historia nos regala la leyenda de que le habían introducido un consolador de grafito, regalo dedicado de Valentino, por la garganta.

Ramón Novarro (1899-1968)
"Siempre fui el héroe, sin vicios,
recitando prácticamente las mismas líneas a la protagonista."
Ramón Novarro 

A golpes también murió Susan Cabot actriz descubierta por Roger Corman, pero su asesino no era ningún desconocido. La muerte la rondaba dentro de casa. Su hijo la golpeó con una barra de metal. Cabot frecuentó el cine de serie B y las producciones de bajo presupuesto. Él terminó 3 años en la cárcel condenado por homicidio involuntario. La paternidad de Timothy fue muy discutida y las malas lenguas que andaban a la caza de suculentos cotilleos, se la adjudicó entre otros, al rey Husein I de Jordania, con el que Miss Cabot tuvo una relación de varios años.

Susan Cabot (1927-1986)

Solo tenemos que ver “Carrie” (1976), para ver que, muchas veces la familia es el origen del mal. Eso es lo que pensaría Louis B. Mayer (y él por supuesto no vio la mencionada cinta) cuando ordenó el ingreso de Jean Harlow en un hospital. Mientras estaba rodando Saratoga (1937) se desmayó en el plató. Su madre se la llevó a casa y prohibió que la visitaran médicos, confiando en la fe y las oraciones como único recurso para curarla. Cuando consiguieron acceder a su habitación cinco días después, se le diagnosticó envenenamiento urémico a consecuencia de una disfunción renal y debían operarla de inmediato. Fue demasiado tarde. Entre los rumores que circulaban por Hollywood, se decía que la consecuencia real de su muerte habría sido consecuencia de un aborto mal practicado.

Jean Harlow (1911-1937)
"No soy una gran actriz, y nunca pensé que lo fuera.
Pero tengo algo que le gusta al público."
Jean Harlow 

También una madre, en este caso dominante, fue una de las causas que se barajaron en el suicidio por barbitúricos de Pier Angeli. Su madre impidió, entre otras cosas, que su romance con James Dean progresara. Se decía que Angeli nunca se recuperó del fallecimiento de Dean, que acudió a escondidas a su boda con el cantante Vic Damone, cosa que hizo Pier Angeli por imposición de su madre.

Pier Angeli (1932-1971)

Si comentaba que Capucine no se preocupó en dejar un bonito cadáver, para otras en cambio la preocupación por el aspecto fue su perdición.

La gran comedianta Lucille Ball sufrió un ataque al corazón, pero se negó a acudir al hospital hasta que no estuviese convenientemente maquillada. La entiendo perfectamente, porque en su día, preferí arreglarme antes de ir hecho un adefesio al hospital. La operaron a corazón abierto durante 8 horas. No volvió a ver el día siguiente y eso que antes se despidió de su marido diciéndole: “Buenas noches, cariño, mañana te veo”. El tiempo que perdió en maquillarse jugó en su contra.
¡I Love Lucy!

Lucille Ball (1911-1989)
"Utiliza una mesa de maquillaje con todo lo que tengas a mano y no te apresures; de lo contrario te veras como un edredón de patchwork."
Lucille Ball 

A María Montez, la muerte le llegó cuando estaba sometiéndose a su baño diario de belleza. Este baño consistía en sumergirse en agua muy caliente mezclada con sales adelgazantes. En esta ocasión el agua estaba excesivamente caliente lo que le provocó un desmayo y a consecuencia de éste se ahogó. No llegó a practicarse la autopsia, por lo que la verdadera razón de su muerte no pudo ser determinada. Su cadáver fue amortajado con un traje de noche de seda azul con adornos blancos, como correspondía a la que en vida fue proclamada Reina del Technicolor.

María Montez (1918-1951)

Montez estaba más preocupada en lucir bien para sus fans que en quitarse la vida, después de todo, lo suyo podría decirse que fue una imprudencia o un exceso de celo por estar delgada. En cambio, Lupe Vélez cuidó todos los detalles para que encontrasen un bonito cadáver cuando decidió suicidarse. Debido a sus creencias religiosas, descartó el aborto cuando se supo embarazada. Supuestamente el padre negaba la paternidad. Siendo madre soltera hubiese sido un gran escándalo y el final de su carrera. Me sorprende que Lupe temiese el escándalo, cuando ya había dado pruebas fehacientes en el pasado, de que le importaba poco dar la nota. También se dice que fue a causa de encontrar a su amante con otro hombre en la cama.

Lupe Vélez (1908-1944)
El caso es que no viendo otra solución decidió “tomar las de Villadiego”. Llegó a su mansión de Beverly Hills, que se encontraba vacía en ese momento, preparó una grandilocuente escenografía, se puso uno de sus pijamas favoritos de seda azul y se administró una sobredosis de seconal. A la mañana siguiente, su ama de llaves la encontró en la cama, rodeada de flores y velas, no pudiendo despertarla. Dejó un par de notas. Una para su amante Harold Ramos: “Tú sabes las razones por las que me suicido”. La otra para su ama de llaves: “Mi fiel amiga; tú y sólo tú conoces los hechos por los que me suicido. Espero que Dios me perdone y no piense mal de mí. Di adiós a todos mis amigos y a la prensa americana que tan bien se ha portado conmigo”. También le pedía que cuidara de sus perros.

Múltiples versiones circulan por ahí. La más extendida es que cenó en abundancia antes de tomarse la sobredosis de somníferos, lo que le provoco arcadas. Al dirigirse al baño para vomitar, resbaló y se golpeó la cabeza en la cómoda, rompiéndose el cuello. Algunos aseguraron que la encontraron con la cabeza sumergida en la taza del váter. También he leído por algún sitio (no recuerdo donde) que todo esto sucedía mientras tocaba un grupo de mariachis, lo que impidió que la oyesen cuando pedía ayuda al arrepentirse de la decisión que había tomado.

María Montez en el cementerio de Montparnasse
“Quisiera tocar el firmamento para convertirme en una estrella lejana, pero fulgurante y bella,
así todos me recordarán por lo que una vez llegué a ser”.
María Montez

La veracidad de mucho de lo que os he contado es más que cuestionable, pero en ocasiones, la realidad supera a la ficción. Todos sabemos que el morbo vende, y más tratándose de las idolatradas estrellas de cine, cuyas vidas (y muertes) parecen estar tan alejadas del resto de la humanidad. Sean ciertos, o no tanto, sus trágicos finales, no dejan de alimentar sus leyendas, por lo que, apuesto que la mayoría de los fallecidos elegirían la versión adornada. ¡Los actores y su ego!

Venenosos salu2 desde Crystal Lake.
Todas las fotos colección del autor excepto las indicadas.

Agradecido como siempre a María Escolopendra por su ayuda y su paciencia.

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