martes, 7 de agosto de 2012

YO NO ERA UN SEX-SYMBOL; ERA UN SEX-ZOMBIE

Veronica Lake
La autora de tan peculiar cita no era otra que Verónica Lake, estrella de la década de los años 40 de ascenso meteórico al estrellato de Hollywood y rápido descenso.

El pasado día 7 de julio, se cumplían casi los cuarenta años de su fallecimiento. Como en Crystal Lake nos hemos pasado estos días recopilando fotografías de mitos del cine clásico, entre ellos de nuestra protagonista, pensamos que era buena la ocasión para hablar un poquito de ella.

Siempre digo lo mismo… La edad causa estragos. Hago memoria y me doy cuenta que antes que Dietrich o Hayworth estuvo Lake.

"Me casé con una bruja"

Recuerdo la primera vez que la vi en una de sus películas, la única que probablemente repongan en televisión. Nos referimos a “Me casé con una bruja” (1942) de René Clair, de la que su coprotagonista Frederic March, incomodado por nuestra singular estrella empezó a llamarla “Me casé con una zorra”. Después de la experiencia, no quiso trabajar más con la ella.

¡¡La Lake que no media más de 1´51 metros debía ser de armas tomar!!

Con Dorothy Lamour y Paulette Goddard
Su filmografía a parte de la mencionada, cuenta con algunos títulos memorables del cine negro y la comedia como: “Los viajes de Sullivan” (1941), “El Cuervo” (1942), “La llave de cristal” (1942) o “La dalia azul” (1946). No es una pobre selección si tenemos en cuenta que su periodo de esplendor duro 10 años en los que rodó poco más de 20 películas.

¡¡Sex-Zombie!!

Durante esta década puso de moda su larga melena platino tapándole un ojo, llamado peekaboo, siendo por este motivo mundialmente copiada. Se dice que también es una de las causas que precipitó su caída ya que las trabajadoras de las fábricas de armamento, como cualquier otra mujer de la época lo hizo suyo. Las autoridades pertinentes viendo el riesgo que corrían sus trabajadoras y el material manejado por estas, pidieron a través del estudio que intentase que lo modificase en lo posible.

¡¡Se perdió el misterio!!

Aunque de fama reconocida tuvo una pésima reputación, por lo que sus compañeros de profesión se negaban a trabajar con ella. Exceptuando a Alan Ladd que trabajó en cuatro ocasiones, más que nada por pura necesidad. El actor media 1´65 m y junto a Lake podía destacar en altura, algo poco probable con el resto de compañeras de profesión.

Con Alan Ladd en "This Gun for Hire"

Según algunas fuentes el motivo principal del ascenso de Verónica Lake, como de muchas otras figuras de su periodo posiblemente se debiese a qué, como buenos patriotas las estrellas tanto masculinas como femeninas se volcaron (unos alistándose, vendiendo bonos, actuando en el frente) con el acontecimiento del momento, La Segunda Guerra Mundial.

Desiertos de estrellas, los estudios de Hollywood tuvieron que tirar de las estrellas de segunda fila hasta que las titulares estuviesen disponibles de nuevo. Por decirlo de otro modo, Ladd y Lake son a Bogart y Bacall como el cobre lo es al oro. A la vuelta de estos las figuras de remplazo pasaron a ocupar sus puestos en producciones menores con mayor o menor fortuna.

¿Recuperaré mi status?

Dejando a un lado estos temas no siempre confirmados, reconocemos que Verónica Lake brilló como nadie el tiempo que permaneció en activo. Creó su propio estilo siendo ella misma. No llegó a ser una copia de…, como si ha pasado en otros muchos casos. De Jean Harlow se pasó a Betty Grable, a esta la siguió Marilyn Monroe y nos quedaremos por último con Jane Mansfield por no alargar la cosa demasiado.

En 1948 venció su contrato con Paramount y empezó su declive. Bancarrota, demandas, confiscaciones por no pagar impuestos, adicción al alcohol, arrestos varios por embriaguez y escándalo público…

"Podrias poner todo mi talento en tu ojo izquierdo
y seguirías sin padecer de la vista"

Intentó volver al cine en los 50 pero una rotura de tobillo la apartó definitivamente de la pantalla y más tarde se la descubrió trabajando de camarera de hotel, aunque alegó que estaba como clienta…

Su salud tanto física como mental bajó rápidamente y a finales de los años 60 es recluida por paranoia.

Saco algo de dinero publicando sus memorias, tras las cuales apareció en tv e incluso produjo una película de horror entrados los 70.

Su vida personal es digna de cualquier culebrón de televisión de sobremesa. Niñez problemática, cuatro matrimonios, cuatro hijos (uno de los cuales falleció), demandada por su madre, etc., etc.

Publicidad para "This Gun for Hire "

Se trasladó al Reino Unido donde contrajo su último matrimonio en 1973. Regresó al poco a EEUU donde es rápidamente hospitalizada. Enemistada con su familia e hijos no recibió visita alguna.
Ese mismo año fallecía a los 50 años, con un diagnostico de hepatitis e insuficiencia renal derivadas de su alcoholismo. Curiosamente a la misma edad que su compañero Alan Ladd.

Durante el rodaje de “La dalia azul” el escritor Raymond Chandler se refería a ella como “Moronica Lake”, (Moron: idiota, imbécil, tonto, bobo, loco).

Veronica Lake domando a las bestias...
Para no quedarnos con el recuerdo que para con ella tenía Chandler, nos quedaremos con una de sus celebres citas:

“He llegado a un punto en mi vida en que son las pequeñas cosas las que importan. Siempre fui rebelde y, probablemente, podría haber llegado mucho más lejos si hubiera cambiado de actitud. Pero cuando lo piensas bien, has llegado lo suficientemente lejos sin el cambio de actitud. Estoy feliz con eso”.

Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario