JOAN CRAWFORD

Aprovechándome un poco de la poca cultura cinematográfica confesa de mi querida Bamba Negra, hoy dedicaré unas líneas a ese gran mito que fue Joan Crawford.

Joan contenta de recibir su entrada

Nacida en 1905 con el peculiar nombre de Lucille Fay Le Sueur, era una personalidad extrema que sobrevivió al cine mudo y logró mantenerse en activo hasta finales de los años 60, llegando a participar en más de setenta películas.

La Gran Diva reformulando la Pepsi-Cola...

Su fuerte temperamento le valió numerosos roces con muchas personalidades de la industria hasta su retiro definitivo. Cuando este llegó, ocupó el puesto que antes tenía su quinto marido, el de ejecutiva de Pepsi Cola. Aunque tenga fama de mala, lo descarto completamente porque siempre me ha gustado la Pepsi y hasta el día de hoy no he sufrido de envenenamiento alguno.

¡¡Me gusta el riesgo!!

También es cierto que como encarnación del Sr. Voorhees nada puede vencerme, todavía…

La Crawford ya despuntaba maneras en sus comienzos en el mudo

Lo que muchos no saben de esta monstrua del cine es que en sus comienzos era una virtuosa bailarina y fue considerada el exponente máximo de la chica Flapper, para los profanos comentar que representaba los ideales de la Era del Jazz.

Joan preparada para darlo todo en el escenario

Como en esta vida no hay nada nuevo que inventar, podríamos decir que la Crawford fue la inventora del “braguetazo” entrando a formar parte de la elite de Hollywood después de ganar un concurso de danza y casarse con Douglas Fairbanks Jr., hijo de Douglas Fairbanks Sr. e hijastro de Mary Pickford la aristocracia de Hollywood, lo que le ayudo con mucho en su carrera. Conviene advertir que la familia del actor no vio con muy buenos ojos este matrimonio…

Joan sobrepaso con creces en fama y poderio al Principe de Hollywood

Una vez aposentada en la Metro, su reinado se haría famoso por su mala leche y llevar una de las vidas sexuales más promiscuas de Hollywood.  Comentaba Bette Davis que: “se acostó con todas las estrellas de La Metro salvo Lassie”. Esto es todo un honor si escarbas un poco en la vida de muchas estrellas tanto masculinas como femeninas de su época.

¡¡Envidia cochina!! ¿Quién en su sano juicio pasaría una noche con Bette?

¡¡Despierta, despierta que viene La Crawford!!

Comparto con ella su animadversión hacia “ojos de huevo” Bette Davis. Rivales tanto dentro como fuera de la pantalla y más si cabe cuando llegaron a compartir estudio.

¿Y ahora tendré que tocarla?

La Crawford abandonó la Metro tras el primer declive en su carrera a finales de los años 30, algo común a todas sus contemporáneas si se repasa la historia del cine. Rehízo su reinado a fuerza de voluntad y vete tú a saber que más cosas en el mencionado estudio que alojaba a la Davis. Aclarar que este estudio, la Warner, era un estudio menor aunque ahora muchas de las películas que se produjeron en él estén consideradas clásicos.

La Crawford cuando dominaba el Mundo...

 

Cuando el declive toco a su aspecto físico endureciéndolo y al gusto del público, se reinvento como reina del melodrama para señoras maduras interpretando todo tipo de personajes perversos caracterizados por su maldad.

"Vivo sin vivir en mí"

Su público de entonces a mediados de los años 40, mayoritariamente femenino harían suya la frase del poema de Santa Teresa de Jesús: “Vivo sin vivir en mí”, ante tal cúmulo de penalidades y despropósitos de su heroína cinematográfica. Porque la Crawford además de mala también fue una sufridora.

¡¡Más vale sola que mal acompañada!!

Como he comentado más arriba, era vox pópuli su enemistad con Bette Davis y por casualidades del destino o por la mala baba del director Robert Aldrich, compartieron planos algo más que heavys en la conocidísima película “¿Qué fue de Baby Jane? (1962).

Sonriendo pensando en las maldades que hacerle a la Shearer...

Antes de despellejarse mutuamente con Bette Davis en esta película, en 1939 tuvo la ocasión de hacerlo en plató con su otra gran enemiga, Norma Shearer. Durante el rodaje de la célebre “Mujeres” de George Cukor, declaro: “Adoro interpretar a perras, y ella me ayudo con eso”.

Tenía unas ganas locas de pillarla desde sus inicios en La Metro, con lo cual se despacho a gusto en el rodaje con perlas como la que sigue:

-“No lo entiendo. Es bizca, patizamba y no sabe actuar en ninguna maldita cosa. ¿Qué es lo que ven en ella?"

Disney se inspiró en ella para crear a la madrastra de Blancanieves

Las causas de tales desavenencias son tan simples como que, nuestra singular estrella competía continuamente por los mismos papeles que la Shearer y esta última estaba casada con Irving Thalberg, uno de los mandamases del estudio.

-“Duerme con el jefe. ¿Quién puede competir con eso?

¡¡A buen entendedor pocas palabras bastan!!

¿Joan y Marlene amigas? Lo que sí sabemos es que compartieron su vida con desagradecidas

Poco después de su muerte en 1977, como pasa siempre, su hija adoptiva escribió una biografía con un gran éxito de ventas con el título de: “Queridísima mamá”, en la que la describía como una madre cruel y manipuladora.

¡¡Desagradecida!!

¡¡Joan con su objeto más deseado!!

Ni el libro ni la posterior película que se rodó sobre ella, empañaron una trayectoria ejemplar dentro de Hollywood.

Lo que no sabremos es si el Oscar lo consiguió empuñando este arma...

Indudablemente no voy a valorar las capacidades morales o artísticas de esta gran estrella, pero para la posteridad ha dejado huella imborrable en papeles como los mencionados anteriormente y en películas como: “Gran Hotel” (1932) donde se repartía el protagonismo con Greta Garbo y en la que muchos dicen que llega a hacerle sombra, aunque nunca compartieron plano; “Alma de Bailarina” (1933); “Un rostro de mujer” (1941), versión de un clásico sueco de Ingrid Bergman; “Alma en suplicio” (1945), por la que ganó su único Oscar; “Flamingo Road” (1949) o “Jhonny Guitar” (1954) donde comparte famoso dialogo con Sterling Hayden y podemos oírles decirse cosas tan “bonitas” como las que siguen:

Vienna y Johnny Guitar

-¿A cuántos hombres has olvidado?

      -A tantos como mujeres tú recuerdas.

-¡No te vayas!

     -No me he movido.

-Dime algo agradable.

     -Claro. ¿Qué quieres que te diga?

-Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo.

     -Te he esperado todos estos años.

-Dime que habrías muerto si yo no hubiera vuelto.

    -Habría muerto si tú no hubieras vuelto.

-Dime que me quieres todavía, como yo te quiero.

    -Te quiero todavía como tú me quieres.

-Gracias. Muchas gracias.

Joan pasando el "testigo" al Sr. Voorhees

¡¡Gracias a ti Joan!!

Venenosos salu2 desde Crystal Lake!!