Hay días en los que verdaderamente
me apetecería irme a Tanzania en la estación lluviosa y cruzar el río Mara, alcanzando
las fértiles praderas del otro lado.
Me tiro o no me tiro... |
Viviría la experiencia de las migraciones
anuales. No hablo de irme en un cómodo tour con safaris y rutas programadas,
nada más alejado de la realidad. Quiero vivirla de primera mano junto a los Ñus,
Cebras y Gacelas. Además pasaría los meses de junio a octubre de buen humor, olvidándome
de los pasados calores de Madrid.
Connochaetes taurinus |
El Mara sería testigo del gustillo
que sería para mí emprender este peculiar viaje en compañía de los ungulados
citados. Junto con los desgarbados y desgreñados Ñus cruzaría el Mara, famoso
por estar atestado de cocodrilos.
Rompiendo una lanza en favor de
los cocodrilos comentar que estos reptiles, pueden esperar meses sin comer
hasta darse este banquete anual.
El empeño es bastante
arriesgado, me dirán muchos, pero para mi estado mental es mucho mejor que vérselas
día a día con los modales, educación y falta de respeto del resto de homínidos que
pueblan mis alrededores, como en las grandes superficies, el metro o
simplemente, la calle o el parque por donde paseo diariamente con mi perro.
¡¡Tenemos tanto que aprender
de los animales!!
A veces se nos olvida que ante
todo somos mamíferos, que no somos el centro del orbe ni los seres más
evolucionados de la creación. Si bien en lo único que sobresalimos es en ser
los más dañinos.
Como estar clasificado dentro
de la familia de primates homínidos no me hace mucha gracia, ahora me clasifico
a mí mismo como mamífero a secas. Grupo este que se constituye de seres vivos
muy diversos.
Con una clase tan amplia como
la mammalia, estoy en mi derecho de tener más empatía con un artiodactyla, un rodentia,
por poner solo un par de ejemplos, antes que sentirla por un primate (homínido).
Hoy mismo se ha caído un hombre en el parque mientras paseaba y he estado más
pendiente de Frankie que del hecho en sí.
¡¡He pasado de largo!!
Aclarar que el resto de
primates son de mi agrado con la sola excepción del chimpancé, sobre todo por
esa obsesión a humanizarlos en exceso que tanta grima me da.
Retomo mí peregrinación al Río
Mara. En plena migración de los Ñus me doy cuenta una vez más, como estos
antílopes sociales se reúnen en grupos familiares y se asocian con otras
especies para jugarse la vida en busca de nuevos pastos.
Todo el mundo que ha visto en
los documentales de televisión este evento anual, se horroriza y exclama lo
cruel que puede llegar a ser la naturaleza, no solamente en este caso si no en
general.
Un búfalo con muy mal carácter |
Leones cazando búfalos, hienas
dando caza y devorando prácticamente vivas a sus presas, orcas lanzándose sobre
desprevenidos cachorros de leones marinos, los mismos cocodrilos acechando bajo
el agua a los indefensos herbívoros que cruzan el río.
Infinidad de situaciones y
casos similares conforman el día a día de la naturaleza.
Me resulta muy vulgar definir
la interacción de todos estos animales en su medio como cruel. Más bien diría
que la Naturaleza más que cruel es simple y llanamente SINCERA. Cuando una
cebra ve llegar al león ya sabe lo que le espera. Es todo o nada, sin embalajes
superficiales, diplomacia ni tantos formulismos como en nuestra vida cotidiana.
Lo que tenga que suceder tendrá que suceder pero de cara.
Hernández y Fernández vs Jaws |
(Ninguno de los animales fotografiados
para esta entrada sufrió daño alguno)
Venenosos
salu2 desde Crystal Lake!!