"Cuando estás muerto,
estás muerto. Eso es todo." Así de contundente era Marlene para referirse
al fin de la vida. Como nadie ha vuelto del más allá no discutiremos tan
tajante cita. Ella terminó sus días plácidamente en su apartamento parisino,
muy cerca del Arco de Triunfo, pero es verdad que hay maneras de irse para el
otro barrio no tan idílicas como la suya.
Jean Seberg en el cementerio de Montparnasse |
Ella debería saberlo, puesto
que uno de sus amantes, el alcohólico incorregible John Gilbert,
una semana después de sufrir un colapso mientras nadaba en su piscina, murió de
un infarto cuando dormía. Según la rumorología Dietrich estaba con él y
desapareció de allí en cuanto sintió llegar los servicios de emergencia.
“Marlene Dietrich se enamoró
de él, lo persuadió de dejar de beber y le ayudó a conseguir un papel en "Deseo" (1936).
Sin embargo, una vez más, parecía que alguien allá arriba no quería que
Jack volviera a hacer cine."
Leatrice Joy Gilbert
John Gilbert (1897-1936) junto a Marlene Dietrich |
No todas las estrellas de cine
terminan tranquilamente sus días. Como “simples mortales” también nos dejan por
sufrir enfermedades o accidentes, pero también otros, prefirieron irse de este
mundo antes de que llegase su hora, de una manera más o menos “original” y en
muchas ocasiones con una dosis de escándalo de por medio. Hay para todos los
gustos: sospechosas muertes naturales, suicidios, accidentes e incluso
asesinatos.
Peg Entwistle (1908-1932) |
Uno de los decesos más
icónicos es el de Peg Entwistle, conocida a raíz de su suicidio
como “La chica del cartel de Hollywood”. Harta de ir de un lado para otro sin conseguir
notoriedad, con tan solo 24 años se lanzó desde la letra H del cartel de
Hollywood. Cosas del destino, a los pocos días de su muerte, su padre recibió
una carta dirigida a su nombre, donde le comunicaban que le habían dado el
papel protagonista en una película. Tendría que haber interpretado a una loca
que pone fin a sus días precisamente suicidándose. Peg obtuvo popularidad a
raíz de su suicidio. Solamente había realizado una película que se estrenó poco
después.
Bella Darvi (1921-1971) |
Para ser suicida, uno tiene
que tener clase o ser imaginativo. Desde luego mucha clase no tuvo Bella Darvi. Conocida sobre todo por su Nefer, la meretriz de la que se enamora
Sinuhé en “Sinuhé, el egipcio” (1954), una vida de excesos la llevó al suicidio.
Desesperada por no poder hacer frente a las deudas de juego contraídas (empeñó
joyas, pieles, ropa y hasta muebles) y sin recibir ayuda de sus “amigos”, llegó
a su apartamento y abrió la llave del gas del horno. Desconozco si metió la
cabeza dentro. A mí me gusta imaginármela así. Anteriormente, en 1959 debido a
sus malos hábitos, sufrió un accidente de coche y fue llevada (no sé muy bien
por qué) a un hogar de ancianos para recuperarse.
Glamuroso y perfecto caballero
fue el francés Charles Boyer. Le monsieur Boyer perdió a su hijo en 1965
(suicida a los 21 años) y dos días después de que su mujer muriese víctima del
cáncer en 1978, se quitó la vida con un “coctel” de barbitúricos. Estiloso y romántico
hasta el final.
Charles Boyer (1897-1978) |
"Hay cosas en la vida de un
hombre que es mejor olvidar. Hay lugares oscuros que deben dejarse oscuros."
Más arriesgada y sin pensar en
dejar un buen look, fue Capucine. La antigua modelo de alta costura
y posterior actriz, conocida por "La pantera rosa" (1964), afligida por una
depresión, decidió lanzarse desde el octavo piso del apartamento donde vivía.
Capucine (1931-1990) |
"Solía pensar que necesitaba un
hombre
para definirme a mí misma. Ya no."
Linda Darnell (1923-1965) |
Lanzarse al vacío conlleva
bastantes riesgos y más si dudas de como hacerlo. La duda fue la perdición de
Linda Darnell y su adicción al tabaco también. La Darnell no tenía
previsto matarse ni pensaba hacerlo. La noche de su fallecimiento se encontraba
en casa de una amiga junto a su hija viendo una de sus películas.
Mientras dormían,
un cigarrillo mal apagado por la actriz, prendió en el sofá del piso inferior y
empezó a alcanzar las estancias superiores. El problema del fuego es la rapidez
con la que lo devora todo y que te deja poco tiempo para razonar con lucidez. Mientras
que la amiga y la hija de Linda Darnell no dudaron en lanzarse por la ventana,
Linda tuvo miedo de hacerlo y cuando se decidió, fue a caer directamente al
salón donde se originó todo. Con quemaduras de tercer grado en el 80% de su
cuerpo, murió a las pocas horas en un hospital. Otras fuentes citan que el
culpable fue un cigarrillo que se estaba fumando en la cama. Fuera como fuese,
el caso es que termino quemada.
Curiosidades de la vida, durante un rodaje en
el que su personaje iba a ser quemado, sufrió un leve accidente, lo que le
llevó a declarar a los medios: “Nunca más dejaré que me maten con fuego. Pueden
apuñalarme o dispararme, pero nunca más me quemarán”.
Relacionado también con el
fuego, fue el fallecimiento de Françoise Dorléac. Su carrera, en
ascenso en esos momentos, finalizó de manera trágica en un accidente de
automóvil a los 25 años. La hermana de Catherine Deneuve, según contaron
testigos presenciales, quedó atrapada junto a su perro en el vehículo, rodeada
por las llamas. Parece ser, que esos mismos testigos pudieron, entre otras
cosas, escuchar los ladridos del perro.
Françoise Dorléac (1942-1967) Foto: Google |
Los accidentes de tráfico
suelen ser bastante aparatosos. Conocido por todos es el sufrido por James
Dean, pero un muchacho a toda velocidad que se estampa contra un poste
telefónico o lo que proceda, es algo muy habitual y le ocurre al más común de
los mortales.
Janet Gaynor la
popular actriz de “Ha nacido una estrella” (1937) no falleció en el acto, pero
su médico aseguró que su muerte se debía a que nunca se recuperó del accidente
que sufrió dos años antes. Gaynor tuvo que hacer frente a dos operaciones que
intentaron solucionar las consecuencias del trágico suceso: la pelvis, 11
costillas rotas y diversas heridas internas. Una camioneta se saltó un semáforo
en rojo y se estrelló contra el taxi en el que viajan Janet, su marido, la
actriz Mary Martin y su representante, cuando se dirigían a un restaurante
chino. Espero que el restaurante al que nunca llegaron, no se llamase como el
que yo frecuentaba: Restaurante Chino Felicidades.
Janet Gaynor (1906-1984) |
Tres días después del sufrido
por Françoise Dorléac, fallecía tras empotrarse contra la parte trasera de un
camión la actriz Jayne Mansfield. Junto con la sex-symbol
fallecieron su pareja, el chófer y uno de sus cuatro perritos chihuahua (ya es
mala suerte con lo pequeñajos que son). La peluca de Jayne salió disparada
hacía la parte trasera del coche, lo que dio pie a multitud de rumores, entre
ellos que era su propia cabellera o su cabeza. Haciendo uso del título de una
de sus películas, “Ella era irresistible” (1960), también era por lo que se
ve, irresistible para las partes traseras de los camiones. En el coche viajaban también sus tres
hijos que salvaron milagrosamente la vida. Uno de ellos es la actriz Mariska
Hargitay, conocida por aparecer en la serie de televisión “Falcon Crest” en los
80 y actualmente en “Ley orden: Unidad de víctimas especiales”.
Jayne Mansfield (1933-1967) |
Jean Seberg (1938-1979) Foto: Google |
Menos aparatoso pero mucho más
misterioso, fue el descubrimiento al cabo de un par de días, después de su
misteriosa desaparición, del cadáver en descomposición de la actriz Jean Seberg dentro de su coche, aparcado en los suburbios de París. Investigada
por el FBI por sus relaciones con grupos como los Panteras Negras, su marido Roman
Gary (que posteriormente se suicidó disparándose en la boca, ¡qué casualidad!),
siempre apuntó que la muerte de Seberg era debida a una oscura trama. Según las
versiones oficiales su muerte se debió al suicido, a base de una combinación de
píldoras y alcohol. Los antecedentes suicidas de Jean podían corroborarlo, ya
lo había intentado con anterioridad en alguna ocasión. Una de ellas arrojándose
a las vías del tren en una estación francesa. Su muerte permanece sin
solucionarse totalmente.
Trama también oscura fue la
defunción de William Holden. Bastante bebido, resbaló y murió
desangrado tras golpearse la cabeza contra una mesa. Como en el caso de Seberg,
los rumores se desbocaron. Se relacionó su muerte con un asunto de la mafia, ya
que anteriormente Holden se había tratado con el crimen organizado y otros pensaron
que el gobierno silenció su voz, pues pensaba contar todo lo que sabía de
algunos asuntos políticos del momento, dada su amistad con dos presidentes
republicanos de entonces.
William Holden (1918-1981) |
"Es curioso lo bien que la
gente se porta contigo
una vez que estás muerto."
Nancy Carroll, actriz
con fama de obstinada y poco cooperativa, apareció muerta por estrangulamiento
delante de la televisión. La autopsia no aclaró la verdadera causa de su
fallecimiento, ni qué estaba viendo (estas cosas siempre me dejan en ascuas), y
el caso fue cerrado oficialmente, de manera un tanto sorprendente, como “muerte
por causas naturales”.
Nancy Carroll (1903-1965) |
"Porque piensas de otra manera,
te consideran desagradable y difícil. Una persona que reflexiona siempre tiene
que luchar."
Un crimen que sí se solucionó
y acabó con los criminales en la cárcel, fue la del actor Ramón Novarro. El Latin Lover primo de Dolores del Rio y principal rival de
Valentino, murió asesinado a manos de un delincuente que operaba junto a su
hermano. Éste creyendo que el astro nadaba en la abundancia, llegó hasta él a
través del sexo dada la afición de Novarro a recurrir a chaperos. Novarro era
homosexual pero esto no lo descubrió el público hasta después de su muerte. Después de maniatarlo, torturarlo y darle una soberana paliza que desfiguró su
rostro (el criminal era aficionado al boxeo), los delincuentes solo consiguieron
45 dólares (no estaba el astro tan boyante como cacareaba). Novarro murió
asfixiado en su propia sangre. La historia nos regala la leyenda de que le
habían introducido un consolador de grafito, regalo dedicado de Valentino, por
la garganta.
"Siempre fui el héroe, sin
vicios,
recitando prácticamente las mismas líneas a la protagonista."
A golpes también murió Susan
Cabot actriz descubierta por Roger Corman, pero su asesino no era
ningún desconocido. La muerte la rondaba dentro de casa. Su hijo la golpeó con
una barra de metal. Cabot frecuentó el cine de serie B y las producciones de
bajo presupuesto. Él terminó 3 años en la cárcel condenado por homicidio
involuntario. La paternidad de Timothy fue muy discutida y las malas lenguas
que andaban a la caza de suculentos cotilleos, se la adjudicó entre otros, al
rey Husein I de Jordania, con el que Miss Cabot tuvo una relación de varios
años.
Susan Cabot (1927-1986) |
Solo tenemos que ver “Carrie”
(1976), para ver que, muchas veces la familia es el origen del mal. Eso es lo
que pensaría Louis B. Mayer (y él por supuesto no vio la mencionada cinta)
cuando ordenó el ingreso de Jean Harlow en un hospital. Mientras
estaba rodando Saratoga (1937) se desmayó en el plató. Su madre se la llevó a
casa y prohibió que la visitaran médicos, confiando en la fe y las oraciones
como único recurso para curarla. Cuando consiguieron acceder a su habitación
cinco días después, se le diagnosticó envenenamiento urémico a consecuencia de
una disfunción renal y debían operarla de inmediato. Fue demasiado tarde. Entre
los rumores que circulaban por Hollywood, se decía que la consecuencia real de
su muerte habría sido consecuencia de un aborto mal practicado.
Jean Harlow (1911-1937) |
"No soy una gran actriz, y
nunca pensé que lo fuera.
Pero tengo algo que le gusta al público."
También una madre, en este
caso dominante, fue una de las causas que se barajaron en el suicidio por
barbitúricos de Pier Angeli. Su madre impidió, entre otras cosas,
que su romance con James Dean progresara. Se decía que Angeli nunca se recuperó
del fallecimiento de Dean, que acudió a escondidas a su boda con el cantante
Vic Damone, cosa que hizo Pier Angeli por imposición de su madre.
Pier Angeli (1932-1971) |
Si comentaba que Capucine no
se preocupó en dejar un bonito cadáver, para otras en cambio la preocupación
por el aspecto fue su perdición.
La gran comedianta Lucille
Ball sufrió un ataque al corazón, pero se negó a acudir al hospital
hasta que no estuviese convenientemente maquillada. La entiendo perfectamente,
porque en su día, preferí arreglarme antes de ir hecho un adefesio al hospital.
La operaron a corazón abierto durante 8 horas. No volvió a ver el día siguiente
y eso que antes se despidió de su marido diciéndole: “Buenas noches, cariño,
mañana te veo”. El tiempo que perdió en maquillarse jugó en su contra.
¡I Love
Lucy!
Lucille Ball (1911-1989) |
"Utiliza una mesa de maquillaje
con todo lo que tengas a mano y no te apresures; de lo contrario te veras como
un edredón de patchwork."
A María Montez, la
muerte le llegó cuando estaba sometiéndose a su baño diario de belleza. Este
baño consistía en sumergirse en agua muy caliente mezclada con sales
adelgazantes. En esta ocasión el agua estaba excesivamente caliente lo que le
provocó un desmayo y a consecuencia de éste se ahogó. No llegó a practicarse la
autopsia, por lo que la verdadera razón de su muerte no pudo ser determinada.
Su cadáver fue amortajado con un traje de noche de seda azul con adornos
blancos, como correspondía a la que en vida fue proclamada Reina del
Technicolor.
María Montez (1918-1951) |
Montez estaba más preocupada
en lucir bien para sus fans que en quitarse la vida, después de todo, lo suyo
podría decirse que fue una imprudencia o un exceso de celo por estar delgada.
En cambio, Lupe Vélez cuidó todos los detalles para que encontrasen
un bonito cadáver cuando decidió suicidarse. Debido a sus creencias religiosas,
descartó el aborto cuando se supo embarazada. Supuestamente el padre negaba la
paternidad. Siendo madre soltera hubiese sido un gran escándalo y el final de
su carrera. Me sorprende que Lupe temiese el escándalo, cuando ya había dado
pruebas fehacientes en el pasado, de que le importaba poco dar la nota. También
se dice que fue a causa de encontrar a su amante con otro hombre en la cama.
Lupe Vélez (1908-1944) |
El caso es que no viendo otra
solución decidió “tomar las de Villadiego”. Llegó a su mansión de Beverly Hills,
que se encontraba vacía en ese momento, preparó una grandilocuente
escenografía, se puso uno de sus pijamas favoritos de seda azul y se administró
una sobredosis de seconal. A la mañana siguiente, su ama de llaves la encontró
en la cama, rodeada de flores y velas, no pudiendo despertarla. Dejó un par de
notas. Una para su amante Harold Ramos: “Tú sabes las razones por las que me
suicido”. La otra para su ama de llaves: “Mi fiel amiga; tú y sólo tú conoces
los hechos por los que me suicido. Espero que Dios me perdone y no piense mal
de mí. Di adiós a todos mis amigos y a la prensa americana que tan bien se ha
portado conmigo”. También le pedía que cuidara de sus perros.
Múltiples versiones circulan
por ahí. La más extendida es que cenó en abundancia antes de tomarse la
sobredosis de somníferos, lo que le provoco arcadas. Al dirigirse al baño para
vomitar, resbaló y se golpeó la cabeza en la cómoda, rompiéndose el cuello. Algunos
aseguraron que la encontraron con la cabeza sumergida en la taza del váter. También
he leído por algún sitio (no recuerdo donde) que todo esto sucedía mientras tocaba
un grupo de mariachis, lo que impidió que la oyesen cuando pedía ayuda al arrepentirse
de la decisión que había tomado.
María Montez en el cementerio de Montparnasse |
“Quisiera tocar el firmamento para convertirme en una estrella lejana, pero fulgurante y bella,
así todos me recordarán por lo que una vez llegué a ser”.
María Montez
La veracidad de mucho de lo
que os he contado es más que cuestionable, pero en ocasiones, la realidad
supera a la ficción. Todos sabemos que el morbo vende, y más tratándose de las
idolatradas estrellas de cine, cuyas vidas (y muertes) parecen estar tan
alejadas del resto de la humanidad. Sean ciertos, o no tanto, sus trágicos
finales, no dejan de alimentar sus leyendas, por lo que, apuesto que la mayoría
de los fallecidos elegirían la versión adornada. ¡Los actores y su ego!
Venenosos salu2 desde Crystal
Lake.
Todas las fotos colección del
autor excepto las indicadas.
Agradecido como siempre a
María Escolopendra por su ayuda y su paciencia.