Llevaba tanto tiempo descuidando a las estrellas, que éstas
no han tenido más remedio que darme… “A touch”. Empezó Dolores del Río desde
las redes sociales y continuó Hedy Lamarr a través de mi amiga Carmen Munsters.
Las redes sociales te acercan a muchas personas, lugares
y al parecer también a otras dimensiones. Miss Del Río no ha parado de
“aparecérseme” utilizando distintas plataformas esta semana. Paralelamente, mi
amiga Carmen, buscando un suplemento del periódico que suele leer, se topa con
un artículo a dos caras sobre Hedy Lamarr que inmediatamente, me envía por
email. Al leerlo descubro que se edita por primera vez en España su
autobiografía titulada “Éxtasis y yo” (ya tengo una edición mexicana incompleta
de 1968), y a día de hoy estoy enfrascado en su (re)lectura.
Hace un par de días, cuando me vi con la Srta. Munsters, le comenté las pocas ganas de seguir escribiendo el blog, mis
impresiones (por enésima vez) sobre Hedy Lamarr y su libro, sus contemporáneas,
las carreras de unas y las expectativas que tenía sobre una serie de TV. La
serie en cuestión es “Feud”, centrada en la relación entre Joan Crawford y
Bette Davis, durante el rodaje de la película “¿Qué fue de Baby Jane?" (Warner Bros., 1962).
Carole Lombard en los primeros años 30. |
Así que ese mismo día por la noche, acompañado por María
Escolopendra, nos pusimos a ver los dos primeros episodios (siempre en versión
original, of course). Después de verlos, María Escolopendra me preguntó mi
parecer y tuvimos un pequeño coloquio en plan Cine Club. Algo que acostumbro a
hacer tanto con María como con Carmen. Reconozco que suelo monopolizar la
conversación con el tema, pero cuando me pongo a hablar de cine (sobretodo si hablo de estrellas) el tiempo se me
pasa volando y más cuando tengo buenas oyentes que comparten mi afición.
Lombard adaptando el personal estilo de Joan Crawford. |
Los dos episodios de “Feud”, dieron de sí lo suficiente
para nuestro particular coloquio centrado en la rivalidad de Bette Davis y Joan
Crawford, que pronto derivó hacía la pareja de esta última en bastantes
películas: Mr. Clark Gable. Ambos, la Crawford y Gable, por diversos motivos,
especies únicas de la pantalla y verdaderas instituciones. Al mencionar al Rey,
recordé a su pareja, la brillante y malograda actriz Carole Lombard.
Carole demostró ser también una buena persona imponiendo a Kay Francis (en horas bajas) en la película "Dos mujeres y un amor" (RKO,1939) con Cary Grant. |
La serie me hace reflexionar en lo mitificadas que
tenemos a unas figuras y lo olvidadas que están otras. Entre las segundas, posiblemente
se encuentre la Lombard.
“To be, or not to be, that is the question”
“To be, or not to be, that is the question”
Con tan solo 40 películas, Carole Lombard demostró que
era buena actriz y mejor comediante. Además era guapa, un tanto gamberra y una malhablada. Algo que encandiló a los dos hombres de su vida: William Powell
y Clark Gable. Ambos respondían al mismo perfil de tipo socarrón no
especialmente guapo. Con el primero estuvo casada desde 1931 a 1933 y con el
segundo, su matrimonio más conocido, desde 1939 a 1942. Un 6 de enero de 1942,
una fatalidad se la llevó demasiado pronto, con tan solo 33 años.
Su muerte fue todo un shock para los americanos, la
comunidad Hollywoodiense, sus amigos y en especial para Clark Gable, su
cómplice y además amigo, y con quien formaba uno de los matrimonios más
admirados de Hollywood.
En una foto publicitaria junto a Gable en 1937. |
¿Qué hubiera pasado si no hubiese fallecido? ¿Cómo
hubieran evolucionado tanto ella como sus contemporáneas?
La carrera de Carole Lombard comienza prácticamente al
final de la era silente y sus películas más conocidas, ya en el cine sonoro, se
encuentran en la mitad de los años 30. Verla en películas como “Al servicio de
las damas” (Universal, 1936) junto a William Powell, “La Reina de Nueva
York” (Selznick-International, 1937)
junto a Fredric March o su última película, “Ser o no ser” (United Artists,
1942) del gran Ernst Lubitsch, es toda una delicia.
"Ella es y siempre será una estrella, una que nunca olvidaremos, ni dejaremos de estarla agradecidos." Telegrama enviado a Clark Gable por Franklin D. Roosevelt dándole el pésame. |
Debutó en 1925 contratada por la 20th Century Fox, pero un año después tras
sufrir un accidente de automóvil que le dejó una cicatriz en la mejilla
izquierda, su contrato fue cancelado.
Hasta su llegada a la Paramount (curiosamente, sus
mayores éxitos los obtuvo fuera de este estudio) en los años 30, participó en varios cortometrajes y trabajó junto
a Mack Sennett que la ayudó a pulir su técnica como comediante, que explotaría
en años posteriores.
Junto a Cary Grant, Marlene Dietrich y Richard Barthelmess en 1935, en una de sus famosas y divertidas fiestas. |
Su evolución como actriz era incuestionable pero aun faltaba
refinar su imagen. De esto último se encargaría la Paramount y en sus primeros
años es más que evidente que su inspiración era Constance Bennett. Por cierto,
otra figura bastante olvidada.
Durante los próximos años, Lombard experimentó con su
look, cambiando su maquillaje tanto para la boca, los ojos, y las cejas, y cambiando
el color y el peinado de su cabello. Se esforzaba buscando su propio estilo.
Tanto ella en Paramount como Bette Davis en Warner Bros., probaron con el look
de Constance Bennett.
Lombard y su primera inspiración. Constance Bennett fue la segunda estrella más taquillera en los primeros años 30 . |
En los años 30, el maquillaje para los ojos “trademark”,
de Joan Crawford fue ampliamente copiado. Lombard también experimenta con ello
añadiendo su propio estilo de cejas. Afortunadamente pronto adoptó un aspecto
más natural cada vez, pero este experimento era parte de su metamorfosis.
Ambas estrellas Paramount, es más que probable que la
mayor influencia en la evolución del look de Lombard fuese Marlene Dietrich.
Copiando el estilo de iluminación cenital de Dietrich, Lombard descubrió que destacaba
su excelente estructura ósea, por lo que lo conservó. No me es desconocido que
Marlene la tenía una cierta ojeriza por imitarla.
Independiente de su búsqueda de lugar o look, Carole
Lombard era una de las favoritas del público americano y era conocida como una
de sus mejores comediantes. Como señora de Clark Gable, también era la mitad de
la pareja más glamurosa del mundo del espectáculo.
Había pasado los años 20 participando en películas
rutinarias, hasta que encontró su lugar a mediados de los años 30. Carole Lombard se
convirtió en un excelente ejemplo de la rapidez con que el sistema de estudios
podía explotar y promover una estrella en ascenso y producir resultados
dinámicos. Es una pena que el fatídico accidente aéreo que le costó la vida,
truncase una carrera en progreso. Me pregunto por ejemplo, ¿cómo hubiese sido la
carrera de Katharine Hepburn de no haber fallecido Lombard?
La Reina de las Screwball Comedys es y siempre será Carole Lombard. Junto a Robert Montgomery en "Mr. and Mrs. Smith" (RKO, 1941) la única comedia de Hitchcock. |
Recordemos que la Hepburn considerada como una de las
mejores actrices y comediantes en la actualidad, en su época acumuló más fracasos
que éxitos y sus comedias más conocidas, dentro del género de las famosas Screwball Comedys, se realizaron en la decadencia del género. Sin ir más lejos, una comedia tan conocida
hoy como “La fiera de mi niña” (MGM, 1938), junto a Cary Grant, uno de los actores
más populares de la época, no tuvo el éxito esperado, pues los espectadores
según el biógrafo A. Scott Berg, huían de la actriz.
Es una lástima no poder comprobar cómo hubiese
evolucionado la carrera de la anticonvencional, mordaz e hiperactiva Carole
Lombard, que había hecho de su estilo sofisticado y a la vez terrenal su seña
de identidad.
Venenosos salu2 desde Crystal Lake.
Todas las fotos archivo del autor.
Todas las fotos archivo del autor.
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