El sonido y el vapor de un
tren envuelven la atmósfera de la abarrotada estación de (un falso) Pekín. Un
palanquín recorre el andén hasta llegar a su destino. ¡¡Debe de ser una persona
importante!! O por lo menos así lo cree el director de la película, el gran Josef
von Sternberg. Se abre la puerta de la litera y aparece una misteriosa figura
femenina, a la que conoceremos más tarde por el nombre de Hui Fei.
Así comienza la película “El
Expreso de Shanghai” (Paramount, 1932), la más conocida de las que interpretó
Anna May Wong, vehículo para la gloria de Marlene Dietrich en su época de mayor
esplendor.
Hui Fei y Shanghai Lily en "El Expreso de Shanghai" (Paramount, 1932) |
Posteriormente veremos a Anna
May Wong y a Dietrich evolucionar por los vagones, inquietando al resto de
pasajeros, en especial del género masculino… Hombres que podrían convertirse en
sus víctimas... Depredadoras, seductoras… Después de todo, ambas poseen
matrícula de honor en la profesión más antigua del mundo.
Básicamente Anna May Wong
interpretó con mejor o peor fortuna, el mismo rol de enigmática seductora diseñada
por los estudios, que la encasilló de por vida. Durante cuarenta años siguió
siendo la única mujer asiática con categoría estelar, sin llegar a superar del
todo los convencionalismos para mantener dicha posición.
Anna May Wong, nació como Wong
Liu Tsong (un nombre que se traduce como "Sauces Amarillos Helados”),
curiosamente en Flower Street en el Chinatown de Los Ángeles el 3 de enero de
1905, encima de la lavandería de su padre.
Bella, alta (medía 1,69
centímetros) y china-americana. Esto último le impidió llegar más alto en el firmamento
de Hollywood, aunque su logro no es nada desdeñable, siendo la primera estrella
asiática en lograr gran fama y popularidad en una época en la que los
prejuicios estaban a la orden del día.
La hija del lavandero Wong Sam
Sing, era una niña precoz que, a la menor oportunidad, con el dinero que reunía
haciendo recados, se escapaba para ir a los Nickelodeons (pequeños cines de
cinco centavos), para dejarse fascinar por sus estrellas favoritas. Además, en
aquellos años, en los inicios del cine, también se escabullía para visitar los
rodajes que se filmaban por las calles de Los Ángeles.
Su interés por el cine
preocupaba a su tradicional padre, que veía que este entretenimiento alejaba a
su hija de los estudios. Con el tiempo vio que era una batalla perdida de
antemano.
Wong Liu Tsong, eligió dos
nombres occidentales que junto a su apellido la convirtieron en Anna May Wong,
aunque no utilizó este nombre hasta dos años después de su primera aparición en
una película. Esta presentación fue en “The Red Lantern” (MGM, 1919), una
película de Alla Nazimova, actriz y productora ruso-estadounidense conocida
popularmente como “La Nazimova”. El padre de Anna, insistió en acompañarla a
los estudios y la encerraba en los camerinos hasta que se la llamaba a rodar.
Pese a todo, gracias a este pequeño papel consiguió su primera paga.
Finalmente en 1921, en una
serie de películas por episodios (hoy perdidas) su nombre se hizo visible para
el público.
En 1922 la Metro la reclama
para “The Toll of the Sea” (MGM, 1922), una versión de Madame Butterfly.
Especial importancia tiene este largometraje por ser la primera película rodada
en Technicolor y en la que Wong consiguió su primer papel protagonista, lo que
sería una novedad en la historia del cine.
“The Toll of the Sea” fue una película
de éxito que la crítica especializada recibió con entusiasmo y por la cual Anna
May Wong debería haber sido lanzada posteriormente al estrellato con más
papeles protagonistas, pero sus interpretaciones en los años 20 no dejan de ser
meros papeles de apoyo. Todo era debido a que las escenas de amor entre los actores
orientales y caucásicos no se permitían en las pantallas de Estados Unidos en
ese momento, por lo que los papeles principales a menudo fueron a parar a
actrices de raza caucásica convenientemente maquilladas.
Uno de los resultados
obtenidos por participar en la mencionada película, fue ser elegida por Douglas
Fairbanks para un pequeño papel de esclava mogola en “El Ladrón de Bagdad”
(United Artists, 1924), que resultó importante para ella porque acaparó mayor
atención y nuevas ofertas.
En los años 20, no le faltaba
el trabajo. Pasó por todos los estudios, pero tras tantos papeles mediocres y debido a que
durante años veía como se maquillaban a actores caucásicos para interpretar
personajes chinos, terminó por cansarse de Hollywood.
La gota que colmó el vaso de
la paciencia de Anna May Wong, fue cuando se la lanzó como apoyo de Miss Loy en
“The Crimson City” (Warner Bros., 1928), en el que Loy (¡cómo no!) interpretó a
la protagonista asiática.
Myrna Loy en "The Crimson City" (Warner Bros., 1928) |
En aquella época, Myrna Loy
acaparaba gracias a su exótica imagen, todos los papeles asiáticos. En defensa
de Myrna, diremos que antes de alcanzar el estrellato, estaba harta de
interpretar todos los roles exóticos habidos y por haber.
A sus veintitrés años, Anna, igual
que lo hicieran antes otros intérpretes destacados no caucásicos, se trasladó a
la más tolerante Europa. Trabajó en Alemania, Reino Unido y Francia, países con
los que seguiría manteniendo relaciones laborales durante los años treinta,
aunque regresase a Hollywood en 1931.
"Daughter of the Dragon" (Paramount, 1931) |
La Paramount la colocó como la
hija de Fu Manchu en la racista, pero irónicamente recordada por sus actores
asiáticos, “Daughter of the Dragon” (1931). Su siguiente film fue el mencionado “El Expreso de Shanghai”.
Von Sternberg contó con dos
célebres actrices como Marlene Dietrich y Anna May Wong, para componer este memorable
y barroco melodrama-romántico en blanco y negro. Su uso de la luz, las sombras,
los reflejos, las bulliciosas multitudes, los fundidos, el filtrado de los
rayos de luz sobre Marlene… Todo esto convirtió a “El Expreso de Shanghai” en
un gran éxito de público y la película más taquillera de 1932, superando a
“Gran Hotel” (MGM, 1932) protagonizada por La Garbo.
Junto a Marlene Dietrich. |
Un crítico del London Times
quedó impresionado con la “impasibilidad Oriental de Miss Wong cumpliendo
con su rol en igualdad de sofisticación a la impasibilidad occidental de Miss
Dietrich”.
La combinación de Marlene
Dietrich y Anna May Wong es uno de sus grandes alicientes, tanto es así, que se
rumoreaba que la misma Dietrich se había visto un tanto eclipsada por la: “destacada,
poderosa y comedida actuación de Wong”. Viendo la película, podemos observar
que Von Sternberg trata con el mismo cuidado y grado de importancia cada una de
sus apariciones en el film.
Ese mismo año, hizo una prueba
para el papel principal del film de Metro-Goldwyn-Mayer "The
Son-Daughter". Ella escuchó rumores de que no consiguió el papel porque
MGM la consideraba "demasiado china para interpretar a una china".
Fotografiada por Ray Jones en 1934 ("Limehouse Blues") |
A partir de este momento,
aunque su carrera abarcó toda la década de los 30, sus películas fueron de mal
en peor, destacando “Limehouse Blues” (Paramount, 1934) y “Daughter of
Shanghai” (Paramount, 1937). Sus papeles iban desde la compañera del gánster a la
misteriosa villana en melodramas baratos y películas de detectives.
La decepción profesional más
grande sufrida por Anna May Wong data de este periodo. Se presentó a las
pruebas tanto del papel protagonista como el secundario de “La Buena Tierra”
(MGM, 1937), pero finalmente fueron interpretados por las actrices Luise Rainer
y Tillie Losch, caracterizadas como mujeres asiáticas. Rainer ganó el Oscar por
esta película.
Luise Rainer en "La Buena Tierra" (MGM, 1937) |
Prácticamente retirada desde
1942, con tan solo 35 años de edad, sus apariciones en los años 40 se reducen
considerablemente y son en producciones de serie B. En la década de los 50 tuvo
su propia serie de televisión “La Galería de Madame Liu-Tsong” (1951), pero no
duró mucho. Su última aparición fue en un éxito modesto, con un papel
estereotipado como criada de Lana Turner en “Retrato en Negro” (Universal,
1960). Posteriormente recibiría alguna oferta, pero estas no se materializaron.
En diciembre de ese mismo año
enfermó. Anna May Wong fumaba y bebía en exceso, sufría frecuentemente de
depresiones y tras una larga batalla contra la cirrosis de Laennec causada por
el consumo de alcohol, murió en su casa a la edad de 56 años de un ataque al
corazón.
A Anna May Wong, le encantaba leer,
bailar y la música contemporánea. Hablaba inglés, alemán y francés, además tenía
conocimientos de otros idiomas. Mantenía su forma física, montando a caballo,
jugando al golf y al tenis. Le gustaba cocinar y obsequiaba frecuentemente a
sus invitados con suculentas cenas de platos asiáticos. Le gustaba la ropa
informal, pero mantenía inteligentemente los motivos orientales en su vestuario
formal.
En Berlin en 1929 junto a Marlene y Leni Riefenstahl. |
Ana May Wong nunca se casó,
pero mantuvo relaciones interraciales con hombres maduros. Algunas fuentes (que
no he podido confirmar) la relacionan en la década de los 20 con los directores
Tod Browning y/o Marshall Neilan, destaca de todas formas el hecho de que Wong
era menor de edad. Durante su estancia en Alemania conoció a Leni Riefenstahl y
a Marlene Dietrich, rumoreándose que entre ella y Dietrich existió algo más que
una mera amistad.
Aunque Anna estaba fascinada
por la tierra de sus antepasados, incluso se reunió con la primera esposa y el
hijo de su padre, se dio cuenta de que estaba demasiado occidentalizada para
permanecer mucho tiempo allí. Ser una mujer emancipada en la sociedad china
estaba mal visto, y su reunión fue vista con desaprobación. Durante su visita,
compró una gran cantidad de vestidos chinos que posteriormente utilizó en el
escenario y la pantalla. Durante la Segunda Guerra Mundial, los subastó para
ayudar durante la Guerra China-Japonesa.
A lo largo de su vida combatió
el racismo y los estereotipos, mientras que al mismo tiempo era ampliamente
criticada por los nacionalistas chinos, tanto en China como en Estados Unidos.
La comunidad china sentía que
los papeles que interpretaba en el cine perpetuaban una imagen negativa del
pueblo chino. Sin embargo, su determinación, su elegancia, su belleza y
sofisticación le dieron muchos elementos positivos a sus actuaciones, y se
convirtió en la encarnación de la feminidad asiática para toda una generación
de espectadores de cine.
Anna May Wong, recibió el
reconocimiento de la industria cinematográfica en 1960, con una estrella en el
Paseo de la Fama de Hollywood. También se la representó en uno de los cuatro pilares de entrada a la
"Gateway to Hollywood" (la escultura es un homenaje a las etnias de Hollywood).
Junto a ella se encuentran las actrices: Dolores del Rio (Latina), Dorothy
Dandridge (Afroamericana) y Mae West (Caucásica).
Aunque muchos aspectos de su
vida y su carrera, siguen siendo un misterio, la
contribución de Anna May Wong al mundo del cine es única.
"Estaba tan cansada de los
papeles que tenía que interpretar… ¿Por qué los chinos siempre tenemos que ser
los villanos?”
Venenosos Salu2 desde Crystal
Lake!!
Todas las fotos forman parte de mí colección.
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