Sopa de Mitos: ALGO DE MI

De pequeño no se puede decir que fuese demasiado agraciado. Mi madre no estaba de acuerdo en esa apreciación mía y no dejaba de exhibirme como si de una joyita se tratase.

La recomendaba que visitase un oftalmólogo pero siempre recibía una colleja como respuesta a mi dulce sugerencia. En estos tiempos que corren la hubiese mandado a “Chin Chin Afflelou” que tienen cosas muy monas y por lo que sé te dan dos gafas por el precio de una más un eurillo de nada.

Amor de corazón y visceras

Como buen niño de mi época me dejaba hacer y eso que lo mío me costaba, sobre todo cuando en verano se dedicaba a trabajar de cocinera en campamentos veraniegos. Ahora visto en la distancia me ha aportado momentos gratificantes.

Este niño es un demonio... ¿Pero cual?

Recuerdo en especial el año de 1957 en el que se empeñó como otras tantas veces en llevarme con ella. Sufrí las burlas de mis compañeros y como no pude tomar clases de natación porque no había gafas y gorros que abarcasen mi cabezota, pasó lo que tenía que pasar, que acabé en el fondo del lago.

¡¡Desde aquí hago una llamada de atención a los de “Decathlon”!!

¡¡Estilo Troll!!

A mi madre le dio un ataque que te cagas y como ya sabéis que era corta de vista (se entiende que me considerase monísimo de la muerte) no pudo ver que al final conseguí salir del agua por mis propios medios.

Bueno eso y que... ¡¡Ni los peces me querían junto a ellos!!

¡¡Pero que bicho más feo!! Dijo la sartén al cazo...

Mi madre acabó pagando sus malas pulgas con los monitores del campamento. Los pobres estaban más pendientes de sus picores internos que de nosotros los niños, cosa que hoy en día comprendo, ya que a más de uno ahogaría con mis propias manos. Total que al final del día pude ver con mis propios ojos como descabezaban a la pobre infeliz, para bien de muchos y de mi mismo.

Ya podía vivir mi propia vida, buscarme novia, comprarme un piso…

¡¡Que no salgo contigo coño!!

Vagabundeé por el bosque cercano hasta que alcancé unas proporciones desmesuradas para mi edad física y mental, ayudado como una Blanca Nieves cualquiera gracias a la fauna autóctona del lugar.

¡¡Tendríais que haberme visto como cantaba y limpiaba mi cabaña!!

Hi-ho, hi-ho…

Limpieza primaveral vs el Estado independiente de Ikea

Os preguntareis como me alimentaba… Aunque no lo parezca, soy vegetariano y tuve que recurrir a las sobras del “Udaco” o el “DIA”.

Por entonces a parte de planear mi venganza contra monitores, animadores y populares en general, acudí de incognito a ver “Frankenstein” a un cine de barrio donde aprendí como tratar a las niñas que meten sus narices donde nadie las llama y a fustigar a ciegos.

¡¡Acceso para minusválidos!!

Me siento muy avergonzado de cómo me vestía antes. Como no se estilaba el H&M ni nada por el estilo, tuve que apañarme un saco de patatas por vestimenta. El conjuntito me lo fabriqué siguiendo los pasos del programa “Hecho por ella” y leyendo ejemplares atrasados del “Mia, enterita para usar”.

¡¡Hubiese preferido ir de Armani pero es lo que hay!!

¡¡Quién calcula compra en Sepu!!

Allá por el 82, me pude hacer con mi famosa máscara de Hockey y tocado en lo más hondo de mi psique por Naranjito (mascota oficial de la Copa Mundial de Fútbol) empecé a desatar una feroz matanza utilizando diferentes instrumentos siguiendo como tutorial la serie de televisión “MacGyver”.

¡¡Adicto a Lego!!

Con un máster realizado en la Hamilton High School ofrecido por Mary Lou (para los profanos ver película), con mis primeros ensayos y las prácticas que realicé con Carrie en su fiesta de graduación, me sentía preparado para mi gran carrera en el mundo criminal.

Miss psicótica 1976

He de confesar que tampoco he sacado muy buenas notas. Mis tutores me comentan siempre que he sido muy bruto en mis procedimientos y esto como no, baja la nota.

¡¡Ideas muy creativas pero ejecución un pelín toscas!!