“Planeta Prohibido” o el multicolor mundo de Altair IV.
Había preparado esta entrada para una futura colaboración para la revista Scifiworld en su versión digital y en espera de que me dieran el alta para poder empezar a colaborar con ellos (cosa que hasta hoy no ha ocurrido) la deje pendiente.
Con la excusa de la (en su momento reciente) desaparición del actor Leslie Nielsen, me venia a la memoria su papel protagonista en “Planeta Prohibido” (Forbidden Planet, 1956), esa gran obra maestra de la ciencia ficción de los años 50 y una de mis pelis favoritas por la presencia siempre estimulante de el gran Robby el robot.
El caso es que con esta excusa me había decidido a hablar de su protagonista femenina. Hoy con el Fotogramas del mes de febrero en mis manos, me sorprende la noticia de la desaparición de dicha estrella de nombre Anne Francis que nos abandonó el pasado día 2 de enero. ¡¡Y yo sin enterarme!!
Es muy posible que para los “grandes medios” no fuese tan importante como Michael Jackson, artista que eclipsó a otro gran mito que fue Farrah Fawcett (que ni siquiera fue recordada en la ceremonia de los Oscar de ese año), así que con la Francis no iba a ser menos.
En este preciso momento se me hace imprescible publicar dicha entrada en esta Sopa de Mitos con más razón si cabe.
La película, ahora, en la actualidad, con el futuro que nos espera, se nos antoja demasiado ingenua y por que no decirlo, un poco aburrida. La película se salva para la posteridad por ese gran personaje que robaba escenas allá por donde iba: me refiero al mencionado Robby, que se paseaba por un planeta multicolor acompañando a una ingenua y candorosa rubia que respondía al curioso nombre de Altaira en honor al planeta fundado por su padre, el Dr. Morbius, Altair IV, interpretada por una lolita rubia llamada Anne Francis.
Altaira siempre tendrá el rostro, la figura y la voz de Anne Francis, actriz norteamericana nacida el 16 de septiembre de 1930 en Nueva York.
En su adolescencia debuta en Broadway. En principio contratada a los dieciséis años por la todopoderosa MGM, conocida por ser una gran fábrica de estrellas y más tarde por la Fox que, aprovechando su tirón físico, intentó convertirla en un remedo de Lana Turner. Sus papeles fueron breves y decorativos, jamás alcanzó el status de figura estelar y viendo que acabaría sus días como eterna secundaria, se lió la manta a la cabeza y paseó su figura por las producciones de serie B.
Dentro del género, destacó, aparte de sus evidentes encantos físicos, por sus dotes interpretativas, enriqueciendo papeles que en otras manos hubiesen sido mediocres. Cosa que era habitual en esté tipo de películas, ya que la calidad de muchas de ellas distan mucho de llegar a convertirse en Cult Movies, como la que nos ocupa. Cosa rara en el género, la MGM doto de gran presupuesto a esta cinta, mostrando el mejor avance en efectos especiales nunca visto anteriormente, alzándola sobre otras muchas producciones de la época.
La trama no tiene nada de especial: una nave procedente de la Tierra se interesa por los miembros de una colonia de la cual no tiene noticias. Al desembarcar se topan de morros con fenómenos inexplicables y la supervisión directa del extraordinario Robby el robot, posiblemente la mayor estrella de la función. Cuando este grupo de soldados, liderado por el Comandante John J. Adams (Nielsen) dan por fín con el Dr. Morbius descubren a nuestra peculiar protagonista, que no se sabe muy bien cómo pero, para ser nativa del planeta (se nos hace saber en un momento dado que nació allí) tiene unos conceptos un tanto atípicos en cuestión de moda. Teniendo en cuenta la sobreprotección a la que la tiene sometida su padre, no nos explicamos cómo la deja salir así de casa. Así pasa, que revoluciona a los soldados, en especial al que dirige la expedición, el mencionado Nielsen. Éste intenta por todos los medios que abandone a su padre, a Robby y ese mundo idílico de exuberante vegetación y poblado de criaturas que la rodea y le siga a la Tierra.
Entre los sucesos extraños, las apariciones cómicas de Robby y los intentos de llevarse al huerto a la protagonista, se nos echan encima los 94 minutos de metraje.
A partir de los años 60, Anne Francis actuaria principalmente en producciones de televisión alejándose poco a poco de la gran pantalla. Por su papel en la serie “Una Rubia Peligrosa” (Honey West, 1965-1966), ganó un Globo de Oro como mejor actriz y fue nominada al premio Emmy.
Gracias a su papel protagonista en “Planeta Prohibido”, conseguiría casi sin proponérselo un trono permanente en el imaginario de los seguidores de la ciencia ficción. Como reina del espacio lo ha conservado hasta el día de hoy, para envidia de sus contemporáneas, hoy olvidadas por gran parte del público.
A día de hoy el título de esta entrada es el más adecuado. Siempre reinará por el espacio junto con Nielsen descubriendo nuevas galaxias.
Como curiosidad, Robby reina en un museo no sé muy bien de un frekkie o de la ciencia o tampoco el original o alguna de sus versiones tuneadas.
Salu2 desde Crystal Lake
¡Me alegra que vuelvas a publicar! El espacio bloggero sí que está vacio sin ti.
ResponderEliminarSiempre que publicas una entrada me doy cuenta de la cantidad de películas que no he visto y eso me entristece un poco aunque también me sirve de acicate para ver otras cosas más allá de mi admirado cronenberg.
Un abrazo