Son las 19 horas 20 minutos. Aquí está el Sr. Voorhees encerrado en su cabaña en la más absoluta oscuridad y con el aire acondicionado a tope. Hace un calor insoportable, lo mitiga con un gran vaso de Coca-Cola y un cigarrillo. Frankie el perro, a sus pies. Frida la gata, tendida sobre el plato de la ducha. Barry el conejo, ni siente ni padece y en uno de sus “paseos” de un cuarto a otro, le ha llenado de hielo una bañerita a Arletty la rata, que rauda y veloz ha capturado con sus diminutas manos.
Entre la oscuridad que le acompaña y el humo del cigarrillo, escribe su “próximo éxito” sintiéndose como Dashiell Hammett o Raymond Chandler, los padres de la novela negra.
Hablando de novela negra o de cine negro o no tanto, empieza a pensar en esos personajes femeninos tan de su gusto que pululan dentro y fuera del género y que abundan en la realidad misma que nos rodea.
¡¡Las Malas Malisimas!!
Para empezar tenemos el típico ejemplo de la compañera-amiga del alma que se hace eco de tus confidencias para en plan hormiguita con gran paciencia por su parte utilizar tus “secretos” para en el momento oportuno y sin darte ni cuenta, apuñalarte por la espalda sin el menor recato.
¿Recordáis a Anne Baxter en “Eva al desnudo”?
Me han dicho que hoy suspenden la sesión y que no haces falta... |
La pobre Bette Davis dando manga larga a la arpía mosquita muerta hasta que está última se hace con todo lo que posee.
¡¡El poder de los mediocres!!
A la pobre Joan Fontaine le pasa tres cuartas de lo mismo en “Rebeca”, donde se deja comer la oreja por el ama de llaves de su esposo, la genial Judith Anderson.
Al señor no le gusta comprar en El Corte Inglés, mejor en el DIA |
Con el agravante de la belleza y el asesinato está la Srta. Gene Tierney en “Que el cielo la juzgue”. Aquí nuestra protagonista es capaz por su carácter posesivo y unos celos patológicos, cargarse a su hermana (que le hace ojitos a su marido o eso cree), el hermano invalido del susodicho e incluso tirarse escaleras abajo para perder el bebe que tanto desea el objeto de su obsesión.
Lo mejor para pasar la tarde: ¡¡Ahogar inválidos y tomar el sol!! |
¡¡Esperemos que no!!
Estando como está el Sr. Voorhees solo en casa se acuerda de una situación semejante a la suya pero no tan extremista. Nos referimos a Catherine Deneuve en “Repulsión”.
¡¡Locuela locuela!! A la derecha el demogno gojo, a la izquierda el demogno gojo... |
Chica guapa sola en casa le da por pensar cosas rarunas y además de desatender el hogar dejándolo hecho unos zorros se carga al primero que llama a su puerta. Creemos recordar que la hermana se va de vacaciones dejándola con un calor de mil demonios y con un conejo despellejado pudriéndose sobre la mesa…
Otra locuela de rompe y rasga con asesinato de por medio es Gloria Swamson en “El crepusculo de los dioses”.
Señora, al mozo le va el queso tierno... ¡¡Que lo sepa!! |
Ser una Diva y estar olvidada más un chulazo que se deja regalar acarrea malas consecuencias. ¡¡Que se lo pregunten a William Holden”!!
La verdad es que en nuestro caso y viendo como estaba la Swamson en los años 50 casi que nos hubiésemos dejado regalar sin rechistar…
A otras les da por robar por diferentes razones. Tenemos a Tippi Hedren en plan “Marnie” que roba cajas fuertes repletas de dinero.
¡¡Muy loca pero muy lista!!
Un, dos, tres, cuaatro, cinco, seis, siete, ocho... Du, dubi, dubi da ¡¡Cuatro!! |
Marnie-Hedren se redime gracias al amor aunque entre medias sufre todo tipo de “humillaciones” por el hombre que bebe los vientos por ella. Entre tantos problemas de cama y robos, terminan cargándose hasta a un caballo…
Una que también roba es Miranda Richarson en “Sleepy hollow”. Esta señora dinero no, que no le hace falta pero si cabezas que le hacen perder la suya al final del metraje.
Acabo de leer la entrada "Rodaran Cabezas". ¡¡Lee más!! |
Dentro del género de las “robonas”, están las robacorazones con la Dietrich a la cabeza. Se lo robó hace años ya al Sr. Voorhees y también al Profesor Unrat en el clásico “El ángel azul”. De profesor respetado y culto pasa por carros y carretas hasta que se convierte en una suerte de payaso-zombi en sus manos.
¡¡Mi papuchi!! |
Marlene como gran robacorazones es la protagonista de una definitoria película que responde al título de “El diablo es una mujer”. No penséis que aquí en Crystal Lake somos misóginos, nada por el estilo. Todo lo que hacen estas señoritas tienen nuestras más sinceras alabanzas.
La española cuando besa, es que besa de verdad... |
¡¡Aquí lo suelto chicas!!
A muchas les “ofenderá” que se considere heroínas a las roba-maridos. Joan Crawford se lo roba a Norma Shearer en “Mujeres” e incluso tiene las santas narices de restregarle en la cara los regalos que le hace.
¡¡Genio y figura!! Crawford vs Shearer. |
Una magnética Rita Hayworth le roba el noviete a una sosa Linda Darnell en “Sangre y arena”. Normal, no seriamos nosotros los que no nos dejaríamos seducir por Rita. El galán no es otro que Tyrone Power en su mejor momento. En la vida real según se cuenta a él le iban más los pantalones que las faldas.
¡¡Eh, las de arriba!! ¿Os habeis matao yá? |
Si eres Greta Garbo casi que se comprende que tu churri beba los vientos por ella o que en su caso como sucede en “El demonio y la carne” decida ponerle unos “cuernazos” al “mariquita” de su marido con su mejor amigo y para colmo decida comulgar en la iglesia de turno en medio de los dos. ¡¡Todo esto sucedía en 1926!!
¡¡De trios nada, corazón!! Soy mujer de un solo hombre... por hora. |
Si robar trabajos apuñalando por la espalda, novios o maridos o cajas de caudales por mero entretenimiento no es suficiente, están las ambiciosas que engañan al primer pardillo que pasaba por allí y usándolo como un clínex deciden embaucarles para que se deshagan del incordioso marido de turno e intentar salir airosas en el asunto.
Lana Turner en “El cartero siempre llama dos veces” y Barbara Stanwyck en “Perdición” son buen ejemplo de ello. Como curiosidad hacer notar que Wilder dotó al personaje de Stanwyck del apellido Dietrichson en clara referencia a Marlene.
¡¡Que te calles Karmele!! |
En cuanto a ambiciosas tenemos dos casos singulares:
Por un lado en “Samson y Dalila” tenemos a Hedy Lamarr de peluquera dispuesta a todo que al final decide pagar su culpabilidad dejándose morir junto a su amado-odiado Samson.
¡¡Las pecadoras a veces tienen su corazoncito!!
¡¡Rupert te necesito!! |
Por el otro está Joan Collins como la princesa Nelliferen en “Tierra de faraones” en grandioso Technicolor.
En su camino a ser enterrada viva en la pirámide de turno, se pasa por la piedra a la primera esposa del marido, al hijo e incluso si se presta a la abuela, eso con ayuda de la sofisticación de la época faraónica, léase veneno y cobras.
Ya en el antiguo Egipto despuntaba como maligna... Faltaba todavia mucho para Dinastia. |
¡¡Demasiado esfuerzo para nada!!
Después de una pausa para sacar a pasear el perro y departir amigablemente con sus convecinos sobre Malas Malisimas (reales), especialmente las que te acompañan en las andaduras laborales como las buen rollistas y las “compañeras” de boquilla, no queria el Sr. Voorhees dejar de hablar de las malas en su versión retorcida como: Cruella de Vil y su afición a la peletería o la Bruja malvada del oeste de “El mago de Oz” haciéndole la vida imposible (esta vez con razón) a la cursi de Judy Garland en su encarnación de la insufrible Dorothy.
Con estas manitas y mi tricotosa... ¡¡Y es de la Srta. Pepis!! |
Mención especial tienen las malas simplemente malas por diversión. Sharon “picahielos” Stone como Catherine Tramell en "Instinto básico", Gogoyubari y su "yoyó" diabólico en "Kill Bill", la metamorfa (para nosotros quisiéramos esa habilidad) Mística en la saga “XMen”…
Picahielos, bolas chinas... ¡¡Cuerpazo!! |
¡¡Yo por mi familia mato!!
Siempre que vuelves a casa, me pillas en la cocina con las manos en la masa... |